Nuevos anteojos
Adela avanzaba dando brincos por la vereda hasta llegar a la casa de sus abuelos. Se sentía extraña ahora que tenía que usar anteojos, pero estaba admirada de poder ver mejor las cosas, como cada hoja de un árbol e incluso las letras de la señal de alto en la esquina lejana. La niña rio de gusto y se apuró cuando se acercaba a la casa y vio que su abuelo estaba trabajando en el jardín.
Unos minutos más tarde, su abuelo la acompañó al interior de la casa, donde la abuela estaba cocinando.
—Tenemos una nietita emocionada —indicó.
—¡Tus anteojos se ven muy bien! —la abuela sonrió y le dio un abrazo a su nieta—. Todavía recuerdo cuando me pusieron mis primeros anteojos. Hacen una diferencia maravillosa, ¿no te parece?
—Y yo recuerdo cuando recibí mis anteojos espirituales —comentó el abuelo.
—¿Anteojos espirituales? —Adela nunca había escuchado de algo así—. ¿Qué son?
—Bueno —explicó el abuelo—, antes de conocer a Jesús, la Biblia me parecía extraña cuando la leía, y no podía entender de qué se trataba. Pero el Espíritu Santo abrió mis ojos espirituales, así cómo tus anteojos ayudan a tus ojos. Al seguir leyendo la Biblia, Él me mostró que necesitaba que Jesús me rescatara del pecado y comencé a ver, a entender lo que Dios dice en Su Palabra, y me di cuenta de cómo aplicarla a mi vida.
—Los anteojos espirituales son mucho más importantes que los anteojos normales —aseguró la abuela—. Entender las cosas de Dios es tener la mejor vista de todas.
El abuelo miró a Adela.
—¿Vas a dejar esos anteojos en tu mesita o planeas usarlos todos los días?
La niña rio con la pregunta.
—Por supuesto que los usaré. ¿De qué sirve que los deje en mi habitación?
—Exactamente —señaló el abuelo—. Así deberíamos usar nuestros anteojos espirituales. El Espíritu Santo siempre está con todo el que haya confiado en Jesús, para darnos sabiduría y entendimiento. Mientras leemos la Biblia y la estudiamos con otros cristianos en la iglesia, Él nos ayuda a comprender lo que dice, para que podamos ver más claramente a Jesús y Su amor por todas las personas.
—Tu abuelo ha tenido en mente esa lección todo el día —dijo la abuela con un guiño.
Adela se acomodó los anteojos y sonrió.
PAULINE YOUD
DIOS NOS DA LA VISTA ESPIRITUAL
VERSÍCULO CLAVE: SALMO 119:18
ABRE MIS OJOS, PARA QUE VEA LAS MARAVILLAS DE TU LEY.
¿Usas anteojos que te ayudan a ver mejor? Aun si no tienes anteojos físicos, todos necesitamos anteojos espirituales para entender claramente la Palabra de Dios. El Espíritu Santo nos da la vista espiritual que necesitamos para entender lo que Dios dice en la Biblia. Cuando lees la Palabra, la estudias y aprendes más de lo que dice, el Espíritu Santo abrirá tus ojos a Su verdad y al amor, para que puedas crecer en tu relación con Jesús.
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