No te salgas del personaje
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—Tú toma la espada, Leo, y prepárate para cuando ataque el castillo —instruyó Javier mientras se ponía su máscara de dragón.
Su hermanito asintió, se puso su casco de caballero y se puso a caminar de un lado a otro frente a la carpa. Javier salió corriendo y desapareció de la vista de Leo, escondiéndose detrás de un arbusto. Luego el hermano mayor se acercó a la carpa sigilosamente y entró desde atrás, sin que el caballero Leo se diera cuenta.
—¡GRRRR! —rugió Javier—. ¡Ahora este es mi castillo! ¡Llamas! ¡Huye por tu vida, caballero! —siguió gritando con todas sus fuerzas mientras corría detrás de su hermano.
Leo lanzó el casco y dejó caer su espada.
—¡Eso no es justo! —exclamó—. Viniste por detrás. ¡No estaba listo para ti!
Javier se sacó su máscara.
—Oh, ¡por favor, Leo! Los caballeros no se quitan los cascos ni se quejan. ¡Detesto jugar contigo, siempre arruinas todo!
—Espera, sí que eres un dragón feroz —dijo su madre, que había llegado a ver por qué estaban gritando—. Cálmate, Javier. No le trates así a tu hermano.
—¡Pero él hace lo mismo todas las veces! Cuando jugamos a los astronautas, vinieron los extraterrestres y él hizo un berrinche. Cuando jugamos a los superhéroes y el villano lo capturó, se puso a llorar. ¡Los superhéroes no lloran, mamá!
—Lo sé, hijo —afirmó mamá—. Leo tiene un poco de problemas para no salirse del personaje —ella se volvió a su hijo mejor—. Javier tiene razón en una cosa, Leo. Cuando están jugando a algo, es más divertido si nadie se sale del personaje —después se volvió a su hijo mayor—. Pero también estás saliéndote de tu personaje cuando le hablas así a tu hermanito.
—¡Es que me hace enojar tanto! —refunfuñó Javier.
—Con mayor razón tienes que seguir en el personaje —aseguró su madre—. Es fácil ser amables cuando todo sale bien. Es cuando las cosas no se hacen a nuestra manera que debemos recordar quiénes somos como seguidores de Jesús. Él define nuestro verdadero carácter, ya que nos ha hecho libres del pecado y nos ha dado el Espíritu Santo, quien vive en nosotros y nos ayuda a ser más como Jesús. Recuérdalo la próxima vez que te sientas tentado a hacer algo malo, como estallar de ira con Leo. Jesús quiere que amemos a los demás como Él nos ama.
Javier miró a su hermano menor.
—Perdóname, Leo —expresó—. No era mi intención ser un dragón tan malo.
KELLY BAKSHI
PERMANECE COMO LA PERSONA QUE ERES EN JESÚS
VERSÍCULO CLAVE: GÁLATAS 5:25
SI VIVIMOS POR EL ESPÍRITU, ANDEMOS TAMBIÉN POR EL ESPÍRITU.
¿Alguna vez te has salido de tu personaje? ¿Tienes momentos en los que tratas mal a los demás o haces cosas que sabes que están mal? Si eres cristiano, tienes el Espíritu Santo en tu interior para que puedas demostrar a otras personas el carácter bueno, manso y lleno de gracia de Jesús. Eso es lo que tú eres, un hijo o hija perdonada de Dios que cada día más se hace más como Jesús. Confía en que Dios te ayudará a permanecer en tu personaje y demostrar Su amor a los demás.
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