Música armoniosa
De camino al parque, un sábado por la mañana, Mayra y sus padres decidieron detenerse en una venta de cosas de casa. La niña disfrutaba al ver todas las cosas que los dueños del lugar estaban vendiendo. Cuando entraron en una habitación que se veía como una biblioteca, Mayra casi grita de la emoción.
—¡Miren, un arpa! Mi maestra de la escuela tiene una. Dijo que no hay muchas personas que sepan cómo tocarlas —ella se volvió a su padre—. ¿Podemos comprarla? Me encantaría aprender a tocar el arpa.
Papá apuntó un letrero.
—¿Lo viste? No está a la venta.
En ese momento, entró una mujer que estaba supervisando la venta, y esta sonrió a la niña.
—Veo que te gusta el arpa —comentó—. ¿Notaste los diferentes tipos de cuerdas? Algunas son muy delgadas y otras son gruesas y fuertes. Algunas son en espiral y otras tienen surcos, pero otras son lisas.
—Tampoco tienen el mismo color —notó Mayra—. Algunas son de un rojo brillante y otras son negras, plateadas o doradas.
—Así es —afirmó la mujer—. Esta arpa perteneció a mi madre. Ahora voy a llevarla a casa para que mi hija pueda aprender a tocar.
Al día siguiente, en la iglesia, Mayra miró a su alrededor a las diferentes personas que cantaban en el auditorio.
—Estar en la iglesia me hizo acuerdo del arpa que vimos ayer —les dijo a sus padres después del culto.
—¿De veras? —preguntó su papá—. ¿Cómo es eso?
—Bueno, cuando estábamos cantado, noté cuántas personas diferentes había, personas de todas las edades, razas y personalidades, pero todas adoraban a Dios juntas, en armonía, así como todas las cuerdas distintas de un arpa que, cuando se las toca, forman una hermosa canción.
—Esa es una buena manera de verlo, hija —opinó mamá—. Un arpa está hecha con muchas cuerdas, y la iglesia de Dios está hecha de muchas personas.
El padre asintió.
—Y cada cuerda es diferente; todas están diseñadas para sonar con su propia nota individual. Sin embargo, cuando cada nota está afinada con las demás, ¡el arpa hace una bella música armoniosa! Lo mismo pasa con la iglesia de Dios. Los miembros son todos diferentes, pero el Espíritu Santo nos une a través de nuestra fe en Jesús. Cuando nos demostramos el amor del Señor unos a otros y servimos y adoramos juntos a Dios, hacemos una música dulce a los oídos del Señor.
Trudy Vander Veen
LOS CRISTIANOS DEBERÍAN VIVIR EN ARMONÍA
VERSÍCULO CLAVE: Salmo 133:1
¡MIREN CUÁN BUENO Y CUÁN AGRADABLE ES QUE LOS HERMANOS HABITEN JUNTOS EN ARMONÍA!
¿Disfrutas el hecho que cada miembro de la iglesia de Dios es diferente? No todos pensarán o actuarán como tú, pero eso está bien. Lo importante es que todos permanezcamos afinados con el Espíritu Santo. Eso significa que vivimos en dependencia del Señor para que nos ayude a trabajar juntos y llevarnos bien, aun cuando no estemos de acuerdo en todo. Mantente en armonía con otros cristianos al seguir al Músico Maestro, Jesús, mientras demuestras Su amor a los demás.
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