Las palomitas de maíz lentas
Mariana corrió hacia la puerta tan pronto como oyó entrar a su madre.
—¡Mamá! La película que reservamos en la biblioteca llegó al fin. ¿Podemos verla esta noche?
—Claro que sí —afirmó su madre—. Pero primero tenemos que cenar.
Cocinaron espaguetis con albóndigas y se sentaron a comer.
—Hija, quiero que comiences a ir al hogar para ancianos un par de veces por semana para leerle a la abuela —indicó mamá—. A mí me gustaría poder visitarla más tiempo, pero el trabajo está muy pesado estos días. Te daré la Biblia que le he estado leyendo, para que puedas tomar mi puesto.
Mariana puso mala cara.
—¿La Biblia? ¡Pero ella ni siquiera es cristiana! Y está muy viejita. ¿Qué diferencia hará leerle la Biblia ahora?
—Solo porque está viejita no significa que sea demasiado tarde para que se acerque a Jesús —aseguró su madre—. No podemos rendirnos con ella. Cuando le pregunté si podía comenzar a leerle la Biblia, dijo que sí, entonces tengo la esperanza de que eso significa que Dios está obrando para atraerla hacia Él.
Después de limpiar la mesa, la madre sacó una olla grande y la puso sobre la estufa.
—¿Qué te parece si hacemos unas palomitas de maíz para comer durante nuestra película?
Mariana asintió, emocionada, y observó cómo mamá calentaba aceite en la olla y agregaba los granos de maíz. En pocos minutos, la cocina se llenó de ruidos, porque las palomitas de maíz comenzaron a amontonarse en la olla.
—Creo que ya están listas —comentó Mariana después que el ruido de las palomitas que se reventaban dejó de ser tan fuerte.
—Todavía no —señaló su madre, que esperó otro minuto antes de apagar el fuego y permitió que más granos de maíz reventaran—. Algunos granos de maíz revientan enseguida, pero otros toman más tiempo antes de estar listos. No quieres renunciar a ellos tan rápidamente —ella miró a su hija—. Lo mismo con la abuela. La Biblia nos dice que sin importar cuán joven o viejo sea alguien, se convierte en una persona nueva cuando confía en Jesús, al igual que estos pequeños granos de maíz que se convierten en suaves y deliciosas palomitas. Debemos hacer todo lo que esté a nuestro alcance para compartir las Buenas Nuevas de Jesús con la abuela, porque tal vez no le quede mucho tiempo.
Mariana asintió.
—Está bien. Iré a leerle la Biblia. Y oraré para que escuchar la Palabra de Dios le ayude a darse cuenta de cuánto Jesús la ama.
COURTNEY LASATER
NUNCA ES DEMASIADO TARDE PARA ACERCARSE A JESÚS
VERSÍCULO CLAVE: 2 PEDRO 3:9
EL SEÑOR… ES PACIENTE PARA CON USTEDES, NO QUERIENDO QUE NADIE PEREZCA, SINO QUE TODOS VENGAN AL ARREPENTIMIENTO.
¿Alguna vez has pensado que era demasiado tarde para que alguien pudiera tener la salvación? Algunas personas confían en Jesús tan pronto como escuchan de Él, pero otras necesitan más tiempo. Dios quiere que todos se salven, así que es paciente con quienes no lo conocen todavía. También tenemos que ser pacientes. Sigue orando por las personas que conoces que no son cristianas, y compárteles el evangelio. No importa cuántos años tengas, nunca es demasiado tarde para confiar en Jesús.
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