Las leyes de Dios

—¡Oye, Ricardo! ¿Te olvidaste de que solo los pájaros pueden volar? —bromeó el tío Ramiro al ver el yeso en el tobillo de su sobrino—. Tu madre me contó que saltaste del techo del garaje. Qué bueno que aterrizaste en los arbustos o te hubieras roto los dos tobillos.

—Era más alto de lo que creí —respondió Ricardo, avergonzado.

—Probablemente ahora le tengas más respeto a la ley de gravedad —comentó el tío, sentándose en el sillón—. He aprendido a apreciar las leyes de Dios.

—¿Te refieres a los Diez Mandamientos? —preguntó Ricardo.

—Sí, pero esos son solo una parte de las leyes de Dios —explicó el tío Ramiro—. Cuando Dios creó el mundo, puso en funcionamiento todas las leyes científicas que existen. Él hizo leyes botánicas que dicen que ciertas semillas producen determinado fruto, e hizo leyes biológicas que dicen que las personas requieren comida y agua para mantenerse con vida. Las leyes químicas dicen que ciertas mezclas de gases crearán explosiones, y hay leyes reproductivas que dicen que los gallos y las gallinas tendrán pollitos, nunca patitos. Las leyes matemáticas dicen que dos más dos es igual a cuatro.

—Y, como dijiste, existe la ley de la gravedad —agregó Ricardo con una sonrisa.

El tío Ramiro rio.

—Correcto. Dios sostiene el universo y Sus leyes nunca cambian. Es provechoso respetar las leyes de Dios, si quieres mantenerte con vida —el tío tomó una Biblia que estaba sobre la mesita de la sala y la sostuvo en alto—. Y no hemos hablado de las leyes más importantes de Dios: Sus leyes espirituales.

—¿Te refieres a las cosas que el pastor Bucheli menciona en sus sermones? —preguntó Ricardo.

—Sí —afirmó el tío Ramiro—. Algunas personas no creen que existan las leyes espirituales, pero son tan reales como las físicas. La Biblia habla de ellas, por ejemplo, dice que nuestro pecado nos separa de Dios y que solo podemos ser salvos si confiamos en Jesús, quien murió por nuestras ofensas en la cruz y después resucitó de la tumba. Puedes respetar esas leyes espirituales y hacer lo que dicen, o puedes hacer lo que quieras y perderlo todo al final.

—Y eso es mucho peor que olvidar la ley de la gravedad y tener un tobillo roto —expresó Ricardo.

JONNYE R. GRIFFIN

PON TU CONFIANZA EN JESÚS

VERSÍCULO CLAVE: ROMANOS 6:23

PORQUE LA PAGA DEL PECADO ES MUERTE, PERO LA DÁDIVA DE DIOS ES VIDA ETERNA EN CRISTO JESÚS SEÑOR NUESTRO.

¿Respetas las leyes científicas de Dios en el mundo, como la ley de la gravedad? ¿Y las leyes espirituales de Dios? Esas leyes dicen que el pecado te separa de Dios y que solo puedes llegar a ser hijo o hija de Dios si pones tu confianza en Jesús. Quien no lo haga estará separado de Dios para siempre. Sigue las leyes espirituales de Dios al poner tu confianza en Jesús hoy mismo. (Haz clic aquí para que conozcas las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti).

Clave de Hoy
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