Las joyas de Dios (Parte 1)

El señor Villegas abrió la puerta de su tienda y se hizo a un lado para dejar que los niños de su clase de escuela dominical pudieran entrar.

—¡Bienvenidos a mi negocio! —les dijo—. Como saben, soy un lapidario, es decir, un tallador de piedras preciosas. Miren a su alrededor y vean cuáles gemas les gustan más.

Los niños entraron en un mundo brillante de joyas destellantes en estuches delicados. Instrumentos relucientes resplandecían en sus lugares en una mesa de trabajo en la parte de atrás.

—¡Guau! ¡Miren todas estas cosas tan geniales! —comentó Bo.

Los niños examinaron el lugar por varios minutos, apuntando las gemas que más les gustaban. Después de un rato, el señor Villegas los llamó.

—Chicos, ¿sabían que Dios se refiere a quienes confían en Él como Sus joyas? Si tú eres un cristiano, eres una de ellas, ¡uno de sus tesoros especiales!

—Si soy una joya, me gustaría ser una de esas —dijo Analía, señalando una gema transparente y brillante que estaba en un anillo.

—Yo no —Bo apuntó un anillo con una piedra más grande—. Creo que esta es la mejor.

El señor Villegas sacó ambos anillos.

—Uno de estos es un diamante de verdad y el otro es un cubo de circonio, una joya falsa. ¿Pueden decirme cuál es cuál?

Los niños examinaron las gemas cuidadosamente, pero no podían ver ninguna diferencia. El señor Villegas tomó la joya que eligió Bo.

—Esta es la gema falsa —indicó—. No nos debería sorprender que ambas piedras les parezcan reales a ustedes, pero yo puedo darme cuenta fácilmente de la diferencia porque conozco las joyas —él puso los anillos nuevamente en sus estuches, mientras los niños susurraban, sorprendidos. Cuando los chicos volvieron a ponerle atención al señor Villegas, él agregó—: ¿Saben/ Dios conoce a las personas mucho mejor de lo que yo conozco estas joyas. La Biblia nos dice que, aunque solo vemos el exterior de una persona, Dios mira el corazón. Él sabe qué personas son realmente Suyas, los que conocen a Jesús como su Salvador, y cuáles personas solo parecen ser cristianas por fuera. Un día Dios reunirá todas Sus joyas y las llevará para que estén con Él para siempre. Si no estás seguro de si eres una de las joyas de Dios, me gustaría hablar contigo sobre lo que Jesús ha hecho, para que puedas saber si también eres Su joya.

MARY ROSE PEARSON

PUEDES SER UNA DE LAS JOYAS DE DIOS

VERSÍCULO CLAVE: MALAQUÍAS 3:17

«Y ELLOS SERÁN MÍOS», DICE EL SEÑOR DE LOS EJÉRCITOS, «EL DÍA EN QUE YO PREPARE MI TESORO ESPECIAL».

¿Eres una de las joyas de Dios? ¿O solo pareces ser cristiano por fuera? Tal vez no estés seguro del todo. Si no estás seguro, conversa con un cristiano de confianza que pueda contarte más sobre lo que significa conocer a Jesús como tu Salvador. El Señor murió por ti para que pudieras convertirte en un precioso hijo de Dios y vivir con Él para siempre. (Haz clic aquí para que conozcas las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti).