La verdadera chispa del gozo
Braulio se quedó mirando boquiabierto al automóvil más elegante que había visto entrar a la mecánica del señor Morales. El señor Ortiz salió del vehículo, junto a su hijo, César.
—Hola, César —saludó Braulio—. ¡Guau! ¡Qué lindo carro!
—Sí, pero no funciona bien —le contó el niño. Entonces, mientras el señor Morales y el padre de César hablaban sobre los arreglos que necesitaba en automóvil, los dos amigos se pusieron a conversar sobre la escuela y los deportes.
—César, llámale a tu mamá y pídele que venga por nosotros —indicó el señor Ortiz un rato más tarde—. El carro tendrá que quedarse aquí uno o dos días, para que lo reparen.
Después que la señora Ortiz recogiera a César y a su papá, Braulio se dirigió al señor Morales. El niño había trabajado como ayudante en la mecánica todo el verano y le encantaba aprender sobre automóviles.
—Entonces, ¿qué le pasa al carro? —preguntó Braulio.
—Todavía no estoy seguro —le contestó el señor Morales—. El señor Ortiz dijo que el motor estaba lento. No arranca cuando pisa el acelerador, solo avanza sin mucha chispa —el abrió el capó del automóvil—. Veo que el señor Ortiz y tú se conocen.
—Sí, César es mi compañero en la escuela y va a la iglesia con un par de amigos míos. Han tratado de convencerme para que fuera al club de Biblia con ellos, pero… —Braulio se encogió de hombros—. No veo le veo la gracia a todo eso de Jesús. Mi vida está bien como está —él miró el carro de los Ortiz y suspiró—. Pero dudo mucho que pueda comprar un automóvil así en mi vida.
El señor Morales miró el vehículo.
—¿Sabes? Este carro tiene muchos equipos lujosos, pero el señor Ortiz dice que no tiene mucha chispa. Sin la chispa, el resto del coche no vale para nada. No lo puedes conducir a ningún lado.
—Bueno, estoy seguro de que el papá de César puede comprar uno nuevo si no tiene arreglo —opinó Braulio.
—Tal vez sí —respondió el señor Morales—. Pero las cosas que compramos nunca nos traen gozo verdadero ni satisfacción en la vida, ¿verdad? Parece que César sabe que necesita a Jesús para tener la verdadera chispa de gozo en su vida, y quiere que tú también tengas esa chispa. Voy a revisar el automóvil. Estoy seguro de que tendrá una nueva vida cuando termine de arreglarlo. Pero no podemos darnos a nosotros mismos la chispa de la nueva vida que todos necesitamos. Solo Dios puede hacerlo.
DARYL B. KNAUER
JESÚS DA NUEVA VIDA Y GOZO
VERSÍCULO CLAVE: JUAN 14:6
JESÚS LE DIJO: «YO SOY EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA; NADIE VIENE AL PADRE SINO POR MÍ».
¿Tienes la chispa del gozo verdadero en tu vida? La felicidad verdadera no viene de tener belleza o mucho dinero o ser inteligentes y exitosos. Esas cosas podrían hacerte sentir bien por un tiempo, pero el gozo que perdura solo viene de Jesús. Él es la fuente de la verdadera felicidad y de la vida eterna. Por tu confianza en Jesús. (Haz clic aquí para que conozcas las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti).
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