La recolección de centavos
—Escucha esto —indicó mamá mientras Esperanza y sus padres se relajaban en la sala una tarde—. El escritor de este artículo dice que las monedas de un centavo deberían ser descontinuadas del sistema monetario porque cuesta mucho hacerlas y no se puede comprar nada con un centavo de todas maneras. ¿Qué piensan de eso?
—Estoy de acuerdo —opinó papá—. Las monedas de un centavo son una molestia. No me gusta tener que lidiar con ellas, así que las meto en un frasco que tengo en mi cómoda. Está casi lleno.
En ese momento, Rubén entró corriendo a la casa después de su reunión de jóvenes en la iglesia.
—¡Tengo que contarles algo! Vamos a tener un concurso para levantar dinero para enviarlo a los misioneros. El equipo que llene más rápidamente su contenedor gigante con dinero gana. Mi equipo cambiará el dinero que recolectemos en monedas de un centavo para que ocupe más espacio. ¿Me ayudan?
Esperanza rio.
—Supongo que la persona que escribió ese blog no sabía de las necesidades de los misioneros, mamá. Tal vez las monedas de un centavo todavía sirvan para algo.
Papá caminó hacia las gradas.
—Bueno, yo sería feliz si puedo deshacerme de mi frasco de monedas de un centavo donándolo para la recolección de fondos de Rubén.
Una semana después, el niño tenía una enorme sonrisa en su cara cuando llegó a casa, después de club de jóvenes.
—¡Adivinen! Los otros equipos tuvieron la misma idea y llenaron sus contenedores de monedas de un centavo. ¡Contaron todos los centavos donados y levantamos más de mil doscientos dólares para los misioneros!
—¡Guau! —expresó Esperanza—. Parecería que las monedas de un centavo no valen nada por sí solas, pero realmente pueden sumar, ¿verdad?
Su padre asintió.
—Cada centavo tiene valor, aun si no lo vemos enseguida. Quizá recordarlo nos ayudará a cambiar nuestra forma de pensar en otras áreas también.
—¿Como cuáles? —preguntó Esperanza.
—Bueno —explicó papá—, hay un versículo en la Biblia que dice que Dios muchas veces elige las cosas que el mundo no considera valiosas.
—Creo que eso es verdad, especialmente cuando se trata de las personas —señaló mamá—. Cada persona es increíblemente valiosa para Dios. Él nos ama tanto a cada uno de nosotros, que Jesús murió por nuestros pecados para que podamos tener vida eterna con él. ¡Somos tan valiosos para Él que incluso sabe cuántos cabellos tiene cada persona en su cabeza!
Rubén miró la cabeza calva de su padre.
—Eso es muy fácil en alguien como papá.
Todos rieron… ¡incluso papá!
CATHERINE RUNYON
DIOS VALORA A CADA PERSONA
VERSÍCULO CLAVE: 1 CORINTIOS 1:28 (NTV)
DIOS ESCOGIÓ LO DESPRECIADO POR EL MUNDO—LO QUE SE CONSIDERA COMO NADA—Y LO USÓ PARA CONVERTIR EN NADA LO QUE EL MUNDO CONSIDERA IMPORTANTE.
¿Alguna vez has tomado un objeto descartado y lo has convertido en algo útil? ¿O has comprado algo que nadie más quería y descubriste que era perfecto para ti? Quizá conozcas a alguien a quien el mundo considera que no tiene valor. ¿Cómo crees que Dios se siente por esa persona? Dios la ama mucho, y quiere que tú la ames también.
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