La protección del amor
Aries tiró el celular de su madre en el mesón de la cocina y corrió a su habitación lo más rápido que pudo. Dio un portazo y se lanzó a la cama boca abajo, llorando descontroladamente.
Unos segundos después oyó un golpe en la puerta.
—Aries, ¿puedo entrar? —preguntó mamá.
—Creo que sí —pudo decir la niña entre sollozos.
Su madre se sentó en la cama.
—Supongo que tu papá te llamó para decirte que no vendrá a recogerte este fin de semana como lo prometió —indicó mientras acariciaba la espalda de su hija.
Aries asintió.
—Dijo que tenía que ir temprano al trabajo el lunes o algo así. Es la tercera semana seguida. ¿Qué hay de malo conmigo, mamá? ¿Por qué no quiere pasar tiempo conmigo? —preguntó la niña mientras las lágrimas caían por sus mejillas.
—Mi vida, no eres tú. No estoy segura de qué pasa con tu papá, pero sé que no es tu culpa —le consoló mamá.
—Es tan difícil. Estaba contando los minutos para pasar con él este fin de semana —exclamó Aries mientras abrazaba a su madre y comenzaba a llorar en su hombro.
Mamá la dejó llorar por un rato antes de romper el silencio.
—Hija, quiero que veas mi celular —Aries se sentó y miró el teléfono en la mano de su madre—. Cuando terminaste de hablar con tu papá, tiraste mi celular con mucha fuerza en el mesón, pero ¿está roto? —la madre le entregó el teléfono a su hija y ella negó con la cabeza—. ¿Por qué no? —preguntó mamá.
—Porque el estuche lo protegió —contestó Aries.
—Así es. Las personas te van a decepcionar en la vida, incluso yo puedo fallarte a veces, y es normal que te sientas herida por eso. Pero recuerda que, ya que eres cristiana, siempre tendrás el amor de Dios que te protege. Jesús entregó Su vida para salvarte y nunca te fallará. Él está contigo cuando sientes dolor y quiere consolarte y ayudarte —mamá besó la frente de su hija—. Te amo, chiquita. Voy a comenzar a preparar la cena. ¿Qué te parece si me acompañas cuando te sientas lista?
Después que su mamá se fue, Aries respiró profundamente y se secó las lágrimas.
—Amado Señor, gracias por amarte. Por favor, ayúdame a superar esto —oró mientras se dirigía a la cocina para acompañar a su madre.
MELISSA YEAGLE
EL AMOR DE DIOS NUNCA FALLA
VERSÍCULO CLAVE: HEBREOS 13:5 (NTV)
DIOS HA DICHO: «NUNCA TE FALLARÉ. JAMÁS TE ABANDONARÉ».
¿Estás pasando por un tiempo difícil en este momento? ¿Te sientes herido porque alguien te decepcionó? Aun las personas más cercanas a ti te fallarán a veces, pero Dios jamás lo hará. Él envió a Su Hijo, Jesús, a morar por ti, para que pudieras ser Su hijo o Su hija, y promete que siempre estará contigo. Cuando sientas dolor o enfrentes un tiempo difícil en la vida, recuerda que no estás solo. Dios te ama y te ayudará a salir adelante; además, el Señor pondrá personas en tu vida que pueden recordarte de Su amor.
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