La pelirroja
Todos en la familia de Dafne tenían cabello rubio, excepto ella. Su pelo era de un color rojo brillante y sobresalía en todas las fotografías familiares. Con mucha frecuencia escuchaba comentarios sobre «la hija pelirroja» de sus padres. Algunas personas decían que el cabello de la niña era lindo, pero otros la miraban con extrañeza, como si estuviera fuera de lugar.
Dafne se sentó en una silla plegable en el partido de fútbol de su hermano y trató de cubrirse su cabello lo más que pudo con su sombrero. Oyó que alguien se sentaba a su lado y levantó la mirada para ver a su abuelo.
—¿Cómo está mi pequeña pelirroja? —preguntó.
La niña suspiró.
—¿Es necesario que me llames así?
El abuelo levantó la ceja.
—No, no es necesario. Pero ¿qué tiene de malo?
—Estoy cansada de tener el cabello rojo —Dafne frunció el ceño y se sentó hacia adelante para observar cómo su hermano pateaba la pelota a su compañero de equipo—. No me gusta ser diferente de todos los demás en mi familia. Quisiera ser rubia como ellos.
—Pero entonces no resaltarías —opinó su abuelo.
—¡Exactamente! —Dafne lo miró—. Quiero encajar. Quiero tener cabello rubio y verme como ellos, en lugar de ser la pelirroja de la familia.
El abuelo se dio golpecitos en la quijada.
—Creo que tu abuelita también se sentía así a veces.
—¿Mi abuelita? —preguntó Dafne.
—Ella tenía el cabello rojo como el tuyo, antes que le salieran las canas —explicó el abuelo—. Lo heredaste de ella.
Dafne no podía recordar bien a su abuela porque esta había fallecido cuando ella era muy pequeña, y nunca se había enterado de que era pelirroja.
—Creo que es algo especial que Dios te hizo heredar —aseguró el abuelo—. Me encanta ver tu cabello rojo. Y sé que Dios no comete errores. Si hubiera querido que fueras como el resto de tu familia, te habría creado así —el anciano sonrió a su nieta—. A veces es difícil ser diferente, pero también es bueno. Dios nos hizo únicos a cada uno de nosotros, de muchas maneras, no solo en nuestra apariencia. Es bueno que disfrutemos y abracemos esas diferencias, en lugar de pelear con ellas, porque sabemos que Dios nos creó con cuidado, porque nos ama.
—Está bien, lo intentaré —aceptó Dafne. Se sentía mejor al saber que su abuela también había sido pelirroja y al recordar que Dios la había creado así.
BETHANY ACKER
DIOS TE HIZO BIEN
VERSÍCULO CLAVE: SALMO 139:14
TE DARÉ GRACIAS, PORQUE ASOMBROSA Y MARAVILLOSAMENTE HE SIDO HECHO; MARAVILLOSAS SON TUS OBRAS, Y MI ALMA LO SABE MUY BIEN.
¿Abrazas las cualidades únicas que Dios te ha dado? ¿O sientes frustración porque no te ves o actúas igual que tu familia o amigos? Dios te hizo tal como eres, y te ama tanto que Jesús entregó Su vida para salvarte. En lugar de desear que fueras diferente, deja que Él te ayude a disfrutar de ser la persona única que Él ha creado en ti.
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