La obra maestra de Dios
Había sido un largo día. Juliana regresó a su casa después de la escuela y, sin decir una palabra, fue a su habitación. Las risas y palabras de los niños se repetían una y otra vez en su mente. Probablemente creían que no entendía, pero Juliana sabía lo que estaban diciendo sobre ella. A pesar de que acababa de mudarse a los Estados Unidos, había aprendido inglés en la escuela de su país. La gente pensaba que ella era callada porque no hablaba inglés o no entendía lo que le decían, pero estaban equivocados.
Después de un rato, alguien golpeó la puerta.
—Pase —dijo Juliana en voz baja.
Era su madre.
—Hola, hija. ¿Estás bien? ¿Qué pasó?
—No pasa nada, mamá. Solo tuve un día largo en la escuela, eso es todo.
La madre se sentó en la cama, donde Juliana estaba abrazando su almohada.
—El quinto grado puede ser difícil, especialmente cuando estás en otro país. La gente es nueva, la cultura es nueva… todo es nuevo.
Al otro lado de la habitación, Juliana había colgado un bello cuadro de una playa al atardecer. Mamá se levantó y caminó hacia el cuadro, que estaba lleno de distintos tonos de naranja, rojo, amarillo, azul, e incluso rosado y morado.
—¡Qué obra de arte! —comentó su madre.
—Gracias, mamá. Solo pinté lo que vi… la creación de Dios.
Mamá le sonrió.
—Pues somos la obra maestra de Dios —ella hizo una pausa y después agregó—: Te daré gracias, porque asombrosa y maravillosamente he sido hecho; maravillosas son Tus obras, y mi alma lo sabe muy bien.
Juliana arrugó las cejas.
—Sí, conozco bien esos versículos, mamá, pero ¿qué tienen que ver con mi pintura del atardecer en la playa?
—Si solo hubieras tenido pintura naranja, ¿podías haber creado este hermoso cuadro del atardecer? —preguntó la madre.
—No, no sería tan hermoso —respondió Juliana, sorprendida por la pregunta de su mamá.
—Hija, eso es exactamente lo que Dios hizo cuando nos creó. Él nos hizo a todos diferentes, únicos y hermosos a nuestra manera, pero juntos somos una obra de arte aun mejor. Juntos creamos un cuadro del amor que Jesús tiene para todas las personas. No tienes que ser igual a los demás. Sé diferente. Sé tú, porque fuiste hecha asombrosa y maravillosamente.
SARA HANNA
ERES LA OBRA MAESTRA DE DIOS
VERSÍCULO CLAVE: EFESIOS 2:10 (NTV)
PUES SOMOS LA OBRA MAESTRA DE DIOS. ÉL NOS CREÓ DE NUEVO EN CRISTO JESÚS, A FIN DE QUE HAGAMOS LAS COSAS BUENAS QUE PREPARÓ PARA NOSOTROS TIEMPO ATRÁS.
¿Alguna vez te has sentido diferente de todas las personas que te rodean? ¿Se han burlado de ti por ser diferente? ¿Sientes que no encajas en ningún lado? Recuerda que eres la obra maestra de Dios. El Señor te ve y sonríe porque sabe que eres una persona única y que fuiste creado asombrosa y maravillosamente. Jesús te ama tanto que dio Su vida para que pudieras vivir con Él para siempre. Recuerda que Él siempre está contigo.
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