La moneda que rebota
“¡Oh, Julio! ¿Cómo voy a sobrevivir sin ti?”, clamó Rosa mientras su hermano empacaba para el campamento. “No sé si sea lo suficientemente fuerte como cristiana para soportar las burlas de mamá y papá por ir a la iglesia y creer en Jesús. ¡Necesito que me ayudes! Pero no permiten celulares ni computadoras en el campamento. ¿Cómo me las voy a arreglar si ni siquiera puedo llamarte ni escribirte?”
Rosa y Julio se habían hecho cristianos el año anterior y sus padres no estaban felices por ello. Mamá y papá frecuentemente hacían observaciones sarcásticas y se burlaban de ellos por creer en Jesús. Rosa y Julio oraban juntos por sus padres.
“Por favor, Rosa. Eres más fuerte de lo que crees”, aseguró Julio. “Además, Jesús te ayudará. Sigue el paso de tus amigos de la iglesia. Ellos te ayudarán también. Y te escribiré cada vez que pueda”.
La primera semana después que Julio partió fueron muy solitarias para Rosa, pero se llenaba de ánimo con las cartas que él le enviaba. Leyó la primera varias veces. “Hola, Rosa”, decía. “¿Me extrañas? ¡Espero que sí porque yo sí te extraño a ti! Una de las primeras cosas que nos enseñaron cuando llegamos fue cómo hacer la cama correctamente. Tuvimos que aprender a templar las sábanas y meterlas bajo el colchón tan perfectamente que, si arrojamos una moneda en la cama, esta rebotaría. Nuestro instructor nos hizo una demostración, ¡y funciona! ¿Sabes algo, Rosa? La moneda que rebota me hizo pensar en nosotros. Es casi como si mamá y papá estuvieran inspeccionando constantemente nuestra fe. Si sus comentarios burlones rebotan, en otras palabras, si respondemos de una forma amorosa, en lugar de enojarnos, habremos pasado su inspección. No te olvides de que Jesús nos dijo que nos regocijemos en la persecución y que oremos por quienes nos persiguen. Cuando se burlaron de Él, no se enojó, sino que decidió morir por nosotros en la cruz. ¡Sigue firme! Sigo orando por mamá y papá… y por ti también. Te quiere, Julio”.
Rosa sonrió al subir para ver si podía hacer que una moneda rebotara en su cama. No lo pudo hacer. “Pero seguiré intentándolo”, pensó. “¡Eso me ayudará a recordar que debo permitir que los comentarios de mamá y papá reboten en mí!” — RAELENE E. PHILLIPS
AFRONTA LA PERSECUCIÓN CON PACIENCIA
VERSÍCULO CLAVE: MATEO 5:11
BIENAVENTURADOS SERÁN CUANDO LOS INSULTEN Y PERSIGAN, Y DIGAN TODO GÉNERO DE MAL CONTRA USTEDES FALSAMENTE, POR CAUSA DE MÍ.
¿Cómo reaccionas a los comentarios crueles? ¿Te hacen enojar? ¿Respondes con palabras que no son amables? Recuera que Jesús sufrió pacientemente por ti y Él te ayudará a responder con paciencia y amor cuando otros se burlen de ti. Si alguien te molesta por creer en Jesús, confía en que Él te ayudará a que esos comentarios reboten. Jesús te ayudará a pasar la inspección para que otros puedan ver que Él está contigo.
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