La mejor buena obra

Después de poner encima de la mesa los platos con una comida que olía delicioso, Sunita se sentó y suspiró.

—¿Qué pasa, mi amor? —le preguntó su madre después que dieron gracias a Dios por su comida.

—La semana pasada hice un plan para hacer una buena obra cada día. O al menos no hacer cosas malas. Escribí una notita para hacerme acuerdo —explicó la niña.

—Qué bien, pero ¿por qué te ves tan triste? —preguntó mamá.

—Porque se acabó el día y no he hecho ninguna buena obra. Y me enojé con mis amigas cuando estaba jugando críquet con ellas hoy. Le grité a Anaya y le dije que me iría si no me dejaba usar los palos —la quijada de Sunita tembló—. ¡No pude cumplir con mi plan ni siquiera por una semana!

Mamá sirvió una cuchara de pollo tikka masala en el plato de Sunita. Después tomó las manos de sus hijas en las suyas.

—Hija, ¿recuerdas el verano pasado, cuando le diste tu vida a Jesús?

Sunita asintió.

—Sí. Quería reconciliarme con Dios, así que confesé que soy una pecadora y le pedí a Jesús que me perdone, porque Él murió por mí. Pero ¿por qué me lo preguntas?

—¿Por qué murió Jesús por ti, mi corazón? —preguntó mamá.

—Porque alguien tenía que pagar por mis pecados. Jesús murió en mi lugar para que yo pueda tener vida eterna.

—¡Correcto, hija! No podemos mantener nuestros propios estándares, como ya lo has visto. Y ten por seguro que no podemos mantener los estándares de Dios. Por eso necesitamos a Jesús. No podemos pagar por nuestros pecados haciendo buenas obras o evitando hacer cosas malas. La única manera en que podemos tener una relación con Dios es al recibir el regalo del perdón a través de Su Hijo.

Sunita se metió un bocado de su comida y sonrió.

—Entonces, aun si dejo de hacer buenas obras por un día o si me enojo con mis amigas, ¿todavía tendré el perdón de Dios?

—Sí, una vez que hemos confiado en Jesús para que nos dé Su perdón, nunca lo perdemos —le aseguró su madre—. Todavía haremos cosas malas, pero Él siempre perdonará nuestras ofensas y también nos ayudará a hacer cosas buenas que demuestren Su amor a los demás. Pero las buenas obras no sirven de nada para reconciliarnos con Dios. Eso lo hizo Jesús.

—Escribiré otra nota —anunció Sunita—. Me recordará que tengo que hacer buenas obras, pero también me hará acuerdo de que Jesús hizo la mayor obra por mí.

ALLISON WILSON LEE

EL PERDÓN SOLO VIENE A TRAVÉS DE JESÚS

VERSÍCULO CLAVE: EFESIOS 2:8

POR GRACIA USTEDES HAN SIDO SALVADOS POR MEDIO DE LA FE, Y ESTO NO PROCEDE DE USTEDES, SINO QUE ES DON DE DIOS. 

¿Te preguntas si has hecho las suficientes buenas obras como para agradar a Dios o tienes miedo de tener demasiados pecados como para que Él te perdone? El perdón y la vida eterna solo vienen a través de Jesús, quien murió para llevar el castigo por todos nuestros pecados. No podemos ganar el perdón haciendo cosas buenas o evitando las malas decisiones. Conocer a Dios es un regalo que llega a ser nuestro cuando lo aceptamos, al confiar en Jesús. (Haz clic aquí para que conozcas las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti).

Clave de Hoy
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