La imagen del rompecabezas

—Yo quiero ayudar con eso —dijo Eduardo cuando sus hermanas sacaron un rompecabezas—. Esa imagen está genial —el niño apuntó la caja del rompecabezas, que mostraba tres veleros en medio del mar.

—En este rompecabezas hay muchas formas y colores diferentes —observó Graciela mientras daba vuelta a la caja y todas las piezas caían sobre la mesa. La niña tomó una pieza—. Me gustan las que tienen ese lindo color amarillo de los rayos del sol.

Natasha asintió.

—Me gustan también los azules y los verdes. Quiero trabajar con ellos. Pero no con las otras piezas… no son tan brillantes ni coloridas.

—Pero si todas las piezas fueran azules, verdes y amarillas, no podríamos hacer un paisaje como el que está en la caja —le recordó Eduardo—. Todas las piezas del rompecabezas son importantes.

—Al igual que las personas —aseguró su madre desde donde estaba trabajando en su computadora portátil. Los niños la miraron con curiosidad y mamá sonrió—. Las piezas del rompecabezas vienen en diferentes formas y colores, pero las necesitamos a todas para armar toda la imagen —explicó la madre—. Las personas también son diferentes. Dios nos creó para que tengamos diferentes tamaños, formas y colores, y también nos dio diferentes personalidades y habilidades. Pero si conocemos a Jesús, todos somos parte de Su familia. Nos vemos diferentes y tenemos habilidades distintas, pero todos somos necesarios.

—Aun los niños son necesarios, ¿verdad? —preguntó Graciela.

—¡Por supuesto que sí! —afirmó mamá—. En este momento, tienes que ser estudiante en la escuela.

—Sí, ¡porque no todos pueden ser lo mismo! —indicó Eduardo—. Imagina si todos fueran maestros, ¿quién aprendería?

Natasha rio.

—O si todos fueran predicadores, ¿quién escucharía?

—¿Y quién cultivaría los alimentos que comemos? —preguntó Eduardo.

—¡Comida! ¡Claro que tú siempre piensas en eso! —bromeó Graciela.

—Dios nos creó a todos para que fuéramos diferentes, para que juntos podamos crear una imagen de cómo es Él y demostrar al mundo Su amor —afirmó mamá—. No importa lo que Él te ha dado para hacer ahora o lo que te dará cuando seas mayor, ¡eres necesario!

TANYA FERDINANDUSZ

TODOS LOS CRISTIANOS SON NECESARIOS

VERSÍCULO CLAVE: ROMANOS 12:6 (NVI)

TENEMOS DONES DIFERENTES, SEGÚN LA GRACIA QUE SE NOS HA DADO.

¿Alguna vez has querido ser como otra persona? Tal vez hayas querido verte o hacer las cosas como esa persona. Pero Dios no te creó para que seas alguien más. ¡Él te creó para que seas tú! El Señor te hizo tal como eres y, como todos los demás cristianos, eres una pieza importante del rompecabezas. Eres necesario para ayudar a que el Reino de Dios crezca y demostrar el amor de Jesús a los demás. Confía en que Dios te ayudará a hacer tu parte para que puedas ayudar a mostrar una imagen de Jesús al mundo, tal como eres.