La cometa
—Mi iglesia tendrá un picnic en el parque el sábado —le dijo Caleb a su nuevo vecino mientras los niños trabajaban en hacer juntos una cometa—. ¿Quieres venir? Habrá comida y juegos, y puedes conocer a algunos de los niños con los que voy a la iglesia.
—No, gracias —respondió Arjun, atando la última cinta en la cola de la cometa—. No me interesa la iglesia. Mi papá dice que no existe ningún Dios y creo que tiene razón. Cuando vivía en India, vi a muchas personas que adoraban estatuas que no podían hacer nada. Aquí la gente adora a un Dios que ni siquiera pueden ver, y eso tampoco tiene sentido para mí.
Caleb sintió que el corazón se le fue al piso. «¿Cómo puedo explicarle que Dios es real, a pesar de que no podemos verlo?», se preguntaba.
—Veamos si esta obra de arte puede volar —dijo Arjun para cambiar de tema.
Los niños corrieron juntos por el jardín. Caleb sintió cómo la cuerda se tensaba con fuerza cuando Arjun soltó la cometa y se dio la vuelta para verla volar por los aires.
—¡Guau! —exclamó Arjun—. ¡Lo logramos!
Después de un momento, Caleb le entregó la cuerda a su amigo.
—Toma, inténtalo por un rato.
Arjun tomó la cuerda, muy emocionado. Los niños volaron su nueva cometa por un rato, pasándosela el uno al otro. Al final, Arjun bajó la cometa.
—¡Qué genial! Era casi como si alguien la estuviera sosteniendo allá arriba.
Caleb sonrió.
—Sí. ¿Quién crees que lo estaba haciendo? No vi a nadie ni nada sosteniéndola.
Arjun rio.
—No puedes ver el viento, pero es lo que sostiene a la cometa y hace que siga volando. No lo puedes ver, ¡pero sí ves lo que hace!
—Así como no puedes ver a Dios —señaló Caleb—. Pero Él también está ahí, y puedes ver lo que hace. Mira todo en la naturaleza: el sol, la luna, los árboles, las aves, tu perro, tu familia, tú mismo. Dios creó todo esto. Y también puedes ver lo que Él hace en las vidas de las personas. La gente de mi iglesia siempre habla de cómo conocer a Jesús los ha cambiado y cómo Él los llena de amor y de paz. ¿Alguien más podría hacer eso?
Arjun se quedó en silencio por un momento.
—Tal vez tengas razón — admitió al fin—. Tendré que pensarlo.
JEAN A. BURNS
DIOS ES REAL
VERSÍCULO CLAVE: SALMO 8:1 (NTV)
OH, SEÑOR, SEÑOR NUESTRO, ¡TU MAJESTUOSO NOMBRE LLENA LA TIERRA! TU GLORIA ES MÁS ALTA QUE LOS CIELOS.
¿Te cuesta creer en Dios porque no puedes verlo? Puedes ver lo que Él hace en la naturaleza, por ejemplo, cuando hace que el viento sople y que el sol brille, y puedes ver todas las cosas maravillosas que Él ha creado. También puedes ver lo que Él hace en las vidas de las personas, cuando tienen una relación con Jesús. Él les ayuda a compartir Su amor con los demás y les da gozo, consuelo y paz. No puedes ver a Dios con tus ojos, pero Él es real.
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