La carrera de relevos

Demetrio estaba parado en su lugar de la pista de carreras, listo para lanzarse a la acción en la última vuelta de la carrera de relevos. Cuando su compañero de equipo le pasó la posta, Demetrio salió corriendo y pronto alcanzo su máxima velocidad. Hizo su mejor esfuerzo y pasó zumbando junto a su oponente, tomando el primer lugar. Estaban separados un metro al final de la carrera y la multitud dio gritos de alegría cuando él cruzó la línea de la meta.

—¡Lo lograste, Demetrio! ¡Lo lograste! —gritaban sus compañeros de equipo.

—¡El equipo contra el que competimos no había perdido en cuatro años! —le dijo a su abuelo mientras iban de camino a casa.

Su abuelo sonrió.

—¡Pero ustedes les ganaron hoy!

Unos meses después, Demetrio y su mamá regresaron a su casa después de ir al funeral del abuelo. El anciano había fallecido con un ataque al corazón, y Demetrio todavía no lo podía asimilar.

—De verdad lo voy a extrañar —expresó con lágrimas en los ojos—. Era el mejor abuelo en todo el mundo. Supongo que era más especial para mí porque mi papá murió antes que yo pudiera recordarlo.

—Lo sé —indicó su madre—. El abuelo amaba a Jesús y se preocupaba tanto por otras personas, especialmente por ti.

Demetrio asintió.

—Muchas personas lo van a extrañar también —sin pensarlo, el niño tomó una fotografía de su equipo de relevos con el trofeo que ganaron—. Me alegra que mi abuelo haya estado ahí cuando nuestro equipo ganó ese trofeo este año.

—Sí, él disfrutaba mucho cuando te veía correr —aseguró su madre, mirando la fotografía que sostenía su hijo—. ¿Sabías que la Biblia compara el vivir la vida cristiana con correr una carrera? De cierta manera, es como las carreras de relevos que has corrido. Los cristianos corren en un tiempo y un lugar designados en la vida. Cuando terminan su carrera, otros toman la posta y siguen corriendo.

—Bueno, ¡entonces mi abuelo fue uno de los mejores corredores de la historia! —opinó Demetrio.

Mamá estaba de acuerdo, así que sonrió y asintió.

—En todo lo que decía y hacía, tu abuelito llevaba la verdad y el amor de Jesús como una posta mientras corría. Sé que él quería pasarte a ti esa posta. Tómala y corre lo mejor que puedas, confiando en que Dios te ayudará a compartir el amor de Jesús y la verdad de cómo murió y resucitó para salvarnos. ¿Quieres hacerlo?

Demetrio se secó las lágrimas de los ojos y respondió que sí.

MARY ROSE PEARSON

CORRE BIEN EN LA CARRERA DE LA VIDA

VERSÍCULO CLAVE: HEBREOS 12:1-2

CORRAMOS CON PACIENCIA LA CARRERA QUE TENEMOS POR DELANTE, PUESTOS LOS OJOS EN JESÚS, EL AUTOR Y CONSUMADOR DE LA FE.

¿Sabías que eres un corredor en la carrera de la vida? Los héroes de la fe que menciona Hebreos 11, y muchos otros cristianos fieles a través de los siglos, han corrido antes que tú. Ahora es tu turno de correr la carrera al confiar en Jesús y compartir Su amor y verdad con otros. Permite que Él te ayude a ser un buen corredor en la carrera de la vida, porque sabes que Jesús ha ganado para ti el premio de la vida eterna y te llevará exitosamente a la línea de la meta.

Clave de Hoy
0 replies

Leave a Reply

Want to join the discussion?
Feel free to contribute!

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *