Hazte rico rápidamente

“Alicia, ¿me podrías prestar cincuenta dólares?”, preguntó Samuel a su hermana mayor.

“¡Cincuenta dólares!”, exclamó Alicia.  “¡Ni lo pienses!  Mamá dijo que, si deseas ese videojuego, primero tendrás que ganarte el dinero”.

“¡Pero necesito el juego ahora!”  Samuel se sentó con un profundo suspiro.  “¿Cómo puedo ganar dinero rápidamente?”, preguntó al momento en que su gato entró a la habitación y saltó al regazo de Alicia.  “Quizá pueda vender algo.  ¡Quizá pueda vender a Scout!”

“¿Qué?”  La niña abrazó a Scout.  “¡No vas a vender a nuestro gato!”

Más tarde, ese mismo día, Alicia pensó en algo.  “¿Sabes, Samuel?  Mi maestra en la iglesia nos contó de una manera en la que puedes hacerte rico rápidamente… o al menos sentirte rico.  Podría decirte, pero no estoy segura de que te guste”.

“¡Me va a gustar!  ¡Me va a encantar!”, aseguró Samuel, halando el brazo de su hermana.  “¡Dímelo!”

“Bueno, ¡lo que debes hacer es contar tus bendiciones!!”, explicó Alicia.  “Haz una lista de todas las cosas por las que estás agradecido, de todas las bendiciones que Dios te ha dado.  Todos en mi clase lo hicimos y fue genial ver todas las cosas que compartieron.  Inténtalo”.

Samuel frunció el ceño.  “Tú sabes que no me refería a eso”.

“Deberías intentarlo de todos modos”, le insistió Alicia.

Samuel tenía dudas, pero finalmente estuvo de acuerdo y fue a buscar un cuaderno.  Después de un momento, regresó.  “Alicia, mira todas las cosas que pensé”, señaló, sosteniendo la libreta. 

La niña tomó el cuaderno y empezó a leer la lista.  “Jesús, mamá y papá, Alicia”.  La hermana sonrió.  “¡Me incluiste!”, indicó antes de seguir leyendo.  “Scout, mis amigos, nuestra casa, hamburguesas… esta lista tiene tres páginas.  ¡Guau!  Tu lista es más larga que la mía”.

“Sí, pero todavía no tengo dinero para ese juego”, lamentó Samuel.

“No, pero nuestra maestra nos recordó que, cuando veamos nuestra lista, podemos comprobar cuánto Dios ya nos ha dado”, explicó Alicia.  “Eso incluye Su bendición más rica de todas: el que seamos salvos del pecado y tengamos vida eterna a través de Jesús.  Las cosas que poseemos no duran tanto, ¡pero conocer a Jesús dura para siempre!”

Samuel vaciló y luego asintió.  “Tienes razón.  Aún si nunca consiguiera ese juego, ¡ya soy rico!”  —  HOLLY F. CEPEDA

CUENTA TUS BENDICIONES

VERSÍCULO CLAVE: 1 TESALONICENSES 5:18 (NTV)

SEAN AGRADECIDOS EN TODA CIRCUNSTANCIA, PUES ESTA ES LA VOLUNTAD DE DIOS PARA USTEDES, LOS QUE PERTENECEN A CRISTO JESÚS.

¿Alguna vez has sentido que necesitas tener algo para poder ser feliz?  En ocasiones no consigues las cosas cuando las deseas, otras veces no las recibes en absoluto.  Pero detente a pensar en lo que ya tienes: tu familia, tus amigos y, lo más importante, el regalo del Hijo de Dios, Jesús.  Cuando recuerdas las muchas bendiciones que Dios te ha dado, verás cuánta riqueza tienes.

Clave de Hoy
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