Hacer fragancias

—¡Oh, no! —exclamó mamá cuando oyó un grito en el piso de arriba.

—Apuesto a que Catalina rompió algo otra vez —aseguró Timoteo.

—¡Cata! —le llamó su madre—. ¿Cuál es el problema?

No hubo respuesta, así que mamá subió las gradas; Timoteo la seguía de cerca. Cuando llegaron al piso de arriba, Catalina apareció en la puerta de la habitación de su madre. Timoteo arrugó la nariz.

—¿Qué es ese olor? —preguntó.

Los ojos de la niña se llenaron de lágrimas.

—Estaba limpiando el polvo en tu habitación, como me pediste, mamá. Cuando estaba moviendo las cosas en la cómoda, accidentalmente derribé tu perfume, esa botella que te dio la tía Carol. No se rompió, pero supongo que no estaba bien cerrada, y se regó un poco. ¡Lo siento, mamá! No fue mi intención hacerlo.

—No te preocupes —dijo su madre con delicadeza—. Fue un accidente.

—¡Uf! —expresó Timoteo, tapándose la nariz—. ¿Por qué huele tan mal?

—¡No huele mal! —opinó Catalina—. Huele bien, solo es un poquito más fuerte de lo que debería ser, porque lo derramé.

Timoteo hizo el sonido de arcadas y fingió caer al piso. Catalina sonrió a su hermano.

—La semana pasada, en mi clase de la iglesia, mi maestra dijo que los cristianos siempre deberíamos tener un aroma agradable, ¡y eso te incluye a ti, hermanito!

Timoteo se veía horrorizado.

—¡De ninguna manera voy a permitir que mi olor sea como ese!

Mamá rio.

—No creo que la maestra de Catalina haya estado hablando de perfume, hijo. Ella se refería a la fragancia de Cristo, ¿verdad, hija?

Timoteo se veía confundido, pero Catalina asintió.

—Ella dijo que los cristianos llenan el mundo con las Buenas Nuevas de Jesús. Dijo que el evangelio es como una fragancia de dulce aroma.

—Entonces, ¿cómo hacemos eso sin oler así? —preguntó Timoteo, apuntando hacia el perfume derramado.

—Cuando ayudamos a otros, cuando somos amables, perdonadores, pacientes… en otras palabras, cuando dependemos de Jesús para que nos ayude a tratar a los demás con el mismo tipo de amor que Él nos ha mostrado, ahí nos convertimos en canales de Su amor para quienes nos rodean —explicó la madre—. La Biblia se refiere a eso como la fragancia de Cristo, y ese es un aroma que tanto niñas como niños deben propagar. ¿Tiene sentido?

Timoteo le sonrió a su mamá.

—Sí, tiene sentido… ¡pero nadie debería hacer fragancias como este perfume! —dijo mientras se tapaba la nariz y la boca—. Prefiero tener la fragancia de Cristo.

TANYA FERDINANDUSZ

PROPAGA LA FRAGANCIA DE CRISTO

VERSÍCULO CLAVE: 2 CORINTIOS 2:15

PORQUE FRAGANTE AROMA DE CRISTO SOMOS PARA DIOS ENTRE LOS QUE SE SALVAN.

¿Qué tipo de fragancia estás propagando? ¿Estás llenando tu hogar, tu escuela y tu vecindario con la fragancia de Cristo con lo que haces y dices? No siempre es fácil amar a los demás como Jesús lo hace, pero Él promete que obrará a través de ti, para que otros se sientan atraídos a la dulce fragancia de Su amor en tu vida. Confía en que el Señor te ayudará a demostrar a los demás quién es Él, a través de tus palabras y acciones.

Clave de Hoy
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