Guardando la tienda de campaña
—Este viaje para acampar fue muy divertido —comentó Jacobo mientras ayudaba a su padre a sacar las estacas que sostenían su firme tienda de campaña en su lugar—. Pero me hace falta el abuelo. A él le hubiera encantado esto.
Papá estiró un brazo y Jacobo se acercó.
—Yo también lo extraño —dijo papá en voz baja—. Pero ahora está con Jesús.
Jacobo asintió.
—Lo sé. Solo quisiera que no hubiera tenido que morir.
El padre se quedó en silencio mientras doblaban la tienda de campaña. Jacobo le daba palmaditas cariñosas.
—Hijo —indicó papá—. Sé que es un poquito triste empacar nuestra tienda de campaña e irnos, pero ¿no tienes ganas de estar ya de nuevo en casa?
—Seguro que sí —contestó Jacobo—. Extraño a mamá —él sonrió de forma traviesa—. Aunque no lo creas, ¡incluso extraño a Telmo!
El padre rio.
—Sí, ¡extrañas molestarlo! —él comenzó a enrollar la tienda de campaña doblada—. Hijo, este viaje para acampar podría ayudarnos a entender algo sobre la muerte —Jacobo levantó sus cejas y esperó que su padre le explicara—. Tuvimos un fin de semana divertido, viviendo en una tienda y cocinando en el campo, ¿verdad? —preguntó papá.
Jacobo asintió. Sus ojos brillaron al recordar las fogatas, los juegos y las visitas a los campamentos vecinos.
—La tienda de campaña era un hogar temporal para nosotros —continuó su padre—. Pero llegó el momento de empacarla y regresar a nuestro verdadero hogar. Sé que mamá y Telmo nos están esperando para darnos la bienvenida —él hizo una pausa—. De cierta manera, cuando el abuelo murió, también empacó su tienda de campaña.
—¿Esa cosa verde que siempre usaba? —preguntó Jacobo.
—No, me refiero a su cuerpo —explicó papá—. Por setenta y cinco años, este mundo fue un hogar temporal para él. Pero entonces su cuerpo enfermó y murió, y tu abuelo se fue con Jesús. La Biblia nos dice que nuestro verdadero hogar está con Jesús; ¡estar con Él es mejor que estar en cualquier otro lugar! Y un día Jesús nos dará un hogar permanente en la tierra, y dará al abuelo y a todos los demás cristianos un cuerpo que nunca podrá enfermarse ni morir. Hasta entonces, el abuelo estará con Jesús en el cielo.
Jacobo asintió.
—Sé que el abuelo está feliz porque está con Jesús, a pesar de que también le gustaba estar aquí —él sonrió a su papá—. Así como nosotros disfrutamos de acampar, pero estamos felices de volver a casa.
TANYA FERDINANDUSZ
NUESTRO HOGAR PERMANENTE ESTÁ CON JESÚS
VERSÍCULO CLAVE: 2 CORINTIOS 5:1 (NTV)
PUES SABEMOS QUE, CUANDO SE DESARME ESTA CARPA TERRENAL EN LA CUAL VIVIMOS… TENDREMOS UNA CASA EN EL CIELO, UN CUERPO ETERNO HECHO PARA NOSOTROS POR DIOS MISMO Y NO POR MANOS HUMANAS.
¿Ha muerto alguien que amabas? ¿Te preocupas a veces por tu propia muerte? Perder a tus seres queridos es triste, pero si confías en Jesús como tu Salvador, no debes tener miedo de morir. Tu cuerpo es como una tienda de campaña y, una vez que ha servido su propósito aquí en la tierra, será empacado y guardado. ¡Entonces te irás a tu hogar para estar con Jesús, quien un día te dará un cuerpo nuevo y perfecto que durará para siempre!
Leave a Reply
Want to join the discussion?Feel free to contribute!