Fruta de adorno (Parte 2)
—Este ha sido un día muy fructífero, ¿no crees? —dijo el abuelo con un guiño cuando terminaron la cena al terminar el primer día de Santiago en Arizona. El niño sonrió. Él y su abuelo habían ido a visitar un huerto de naranjas, y habían regresado con muchas frutas deliciosas.
—Ya que nuestras mentes están ya en los frutos, estudiemos en el devocional de hoy sobre el fruto del Espíritu, es decir, las cualidades espirituales que vienen cuando conocemos a Jesús y tenemos Su Espíritu en nuestros corazones —indicó el abuelo, quien abrió su Biblia y hojeó por sus páginas hasta que encontró el pasaje que estaba buscando.
Entonces le entregó la Biblia a Santiago para que leyera los versículos que quería leer.
—«La clase de fruto que el Espíritu Santo produce en nuestra vida es: amor, alegría, paz, paciencia, gentileza, bondad, fidelidad, humildad y control propio» —leyó Santiago, y luego miró a sus abuelos—. ¡Me parece que es mucho fruto para una sola persona!
—No dejes que esa lista te asuste —señaló el abuelo—. Todos los que confiamos en Jesús tenemos este fruto en nuestras vidas, pero a veces necesitamos que nos lo recuerden. ¿Qué tal si pensamos en el fruto descrito en este pasaje y cada uno elige uno en el que debemos confiar en Dios para que nos ayude de una manera especial?
—Está bien —Santiago estudió la lista—. Mamá siempre me está diciendo que tengo que ser más paciente —comentó después de un momento.
—Y a mí me falta depender de Dios para que me ayude a sentir Su paz en mi vida —admitió la abuela—. Tiendo a preocuparme, como cuando se tardaron un poco en regresar del huerto de naranjas hoy.
—Y yo necesito ayuda con el control propio —expresó el abuelo—. De vez en cuando, todavía me enojo por razones absurdas y debo recordar que el Espíritu Santo me da el poder de controlar mi ira —él cerró su Biblia—. Oremos unos por otros y confiemos en que Dios dejará ver Su fruto en nuestras vidas. Y quizá, antes de que regreses a casa, todos podamos hablar nuevamente sobre esto y ver cómo Dios está obrando en nosotros, ¿bueno?
Santiago asintió.
—Muy bien —afirmó la abuela—. Ahora, ¿quién quiere naranjas para el postre?
—¡Yo! —exclamaron Santiago y su abuelo al unísono.
ESTHER M. BAILEY
DIOS DA FRUTO ESPIRITUAL
VERSÍCULO CLAVE: GÁLATAS 5:22-23 (NTV)
LA CLASE DE FRUTO QUE EL ESPÍRITU SANTO PRODUCE EN NUESTRA VIDA ES: AMOR, ALEGRÍA, PAZ, PACIENCIA, GENTILEZA, BONDAD, FIDELIDAD, HUMILDAD Y CONTROL PROPIO.
¿Estás dependiendo del Espíritu Santo para producir fruto espiritual en tu vida? Cuando luches con cosas como la preocupación, la impaciencia o el enojo, recuerda que Él te da paz y el poder para demostrar a otros el amor de Jesús en cualquier situación. Puede que también te resulte útil conversarlo con un miembro de tu familia o un amigo cristiano. Ayúdense mutuamente al orar el uno por el otro y al dialogar sobre lo que Dios está haciendo en sus vidas.
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