En el blanco

—¡Le pegué en el blanco! —exclamó Felipe cuando su flecha dio justo en el centro.

—¡Qué genial! Déjame intentarlo —le logó su hermanito menor. Felipe sonrió y le entregó el arco a Leonel. El enorme arco se sentía incómodo en las manos del pequeño, pero él apuntó con cuidado y dejó que la flecha volara. Ni siquiera pegó en la diana.

—A ver —le dijo Felipe—. Te voy a ayudar.

Leonel negó con la cabeza.

—Quiero hacerlo solo. Solamente tengo que acercarme —el niño se movió varios pasos para estar más cerca de la diana y nuevamente alistó la flecha. Lentamente haló la cuerda y la soltó. Esta vez la flecha se fue más lejos, pero en una dirección completamente diferente. Después de algunos intentos más, Leonel estaba listo para rendirse.

—A ver, te ayudo —ofreció Felipe otra vez. Él se agachó y juntos los niños sostuvieron el arco y flecha, lentamente halaron la cuerda y luego la soltaron. Leonel oyó el sólido ruido de la flecha cuando hizo contacto con la diana, a solo dos centímetros del blanco. Él intentó de nuevo, pero solo podía lanzar la flecha a la diana con la ayuda de Felipe.

—Fallé el tiro todas las veces —le contó después a su mamá—. No puedo darle a la diana a menos que Felipe me ayude.

—No importa, ya aprenderás —su madre cerró la Biblia que había estado leyendo—. ¿Sabes una cosa? Yo fallo también en lo que estoy haciendo. Como tú, necesito que alguien me ayude a dar en el blanco.

—¿En serio? —preguntó Leonel, sorprendido.

Mamá asintió.

—Sí, y en áreas más serias que una diana en el patio trasero. A pesar de que soy cristiana, todavía fallo en dar en el blanco y hago cosas malas. Peco. Así que… —ella apuntó su Biblia.

—¿Te refieres a que necesitas la ayuda de Jesús? —preguntó Leonel.

Su madre asintió otra vez.

—Jesús es el único que puede dar en el blanco. Él nunca pecó, sin embargo, murió por nuestros pecados, para que podamos tener Su justicia, es decir, Su bondad. Debido a que confiamos en Él, Dios ve la justicia de Cristo cuando nos mira. Y, a pesar de que todavía hacemos cosas malas, Dios nos perdona y nos ayuda a apartarnos del pecado y a hacer lo correcto —mamá sonrió a su hijo—. Después de un tiempo, no vas a necesitar más la ayuda de Felipe para dar en el blanco con el arco y la flecha, pero siempre vamos a necesitar la ayuda de Jesús para tener victoria sobre el pecado.

PAULINE YOUD

DIOS NOS DA LA VICTORIA SOBRE EL PECADO

VERSÍCULO CLAVE: 1 CORINTIOS 15:57

A DIOS GRACIAS, QUE NOS DA LA VICTORIA POR MEDIO DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO.

¿Eres cristiano, pero todavía te cuesta hacer las cosas bien? Quizá tengas problemas para decir la verdad o para controlar tu mal carácter. No te rindas. Como todos los cristianos, necesitas ayuda para tener victoria sobre el pecado, ¡y esa ayuda está disponible! Cuando hagas algo malo, admítelo delante de Dios y confía en que Él te ayudará y te recordará de la victoria sobre el pecado que tienes a través de Jesús.

Clave de Hoy
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