Eliminar a la señora Toledo

Silvana tragó en seco. Desde que su padre le había ayudado a establecer las cuentas de su ruta para repartir periódicos en la computadora, ella trabajaba diligentemente para mantenerlos al día. Pero ahora dudaba mientras mantenía su dedo encima de la tecla de eliminar. La cuenta que tenía en la pantalla era la de una de sus clientas, la señora Toledo. Su nombre brillaba de una manera especial, o así le parecía a Silvana. Mientras veía fijamente la pantalla, la niña trató de no llorar.

—Señora Isabel Toledo, Calle del Zorro #288 —murmuró Silvana. La niña volvió a tragar en seco y entonces aplastó la tecla. El nombre de la señora Toledo y su dirección desaparecieron y el programa regresó a su pantalla de inicio. La cuenta desapareció para siempre… igual que la señora Toledo.

Una lágrima bajó por la mejilla de Silvana en el momento que su papá entró en la habitación.

—Hija, ¿qué pasó? —preguntó.

Silvana tragó saliva.

—Eliminé a la señora Toledo —ella hizo un gesto para que su padre viera la computadora mientras se secaba una lágrima con la palma de su mano—. Me siento tan triste por esto, papá. Ella era la persona más amable de mi ruta de periódicos.

Su padre asintió y puso una mano en el hombro de su hija. La señora Toledo había sido una verdadera amiga para Silvana, pero la amable anciana había fallecido de un infarto un par de semanas atrás.

—Cuando presioné el botón de eliminar, sentí que estaba borrando la vida de la señora Toledo —expresó la niña, descorazonada.

—Me contaste que la señora Toledo era cristiana, ¿verdad? —preguntó papá.

Silvana asintió.

—Me dijo que confió en Jesús cuando era joven.

—Entonces la señora Toledo está a salvo con el Señor —aseguró el padre—. Su nombre está escrito en el Libro de la Vida, que es el registro de Dios de todos quienes han sido salvados por Jesús y vivirán con Él para siempre y nunca será eliminado —papá abrazó con fuerza a Silvana—. Eliminaste el nombre de la señora Toledo de la computadora, pero nadie podrá borrar su nombre del libro de Dios. Ella está ahora con Jesús y un día Él la resucitará de entre los muertos.

—Lo sé —la niña sonrió al pensar en eso; suspiró, pero se sentía un poquito mejor—. Me alegra porque sé que veré nuevamente a la señora Toledo algún día, porque mi nombre también está escrito en el libro de Dios.

CAROL J. BROOKMAN

QUIENES CONFÍAN EN JESÚS TIENEN VIDA ETERNA

VERSÍCULO CLAVE: APOCALIPSIS 21:27 (NVI)

NUNCA ENTRARÁ EN ELLA [LA CIUDAD CELESTIAL] NADA IMPURO… SINO SOLO AQUELLOS QUE TIENEN SU NOMBRE ESCRITO EN EL LIBRO DE LA VIDA, EL LIBRO DEL CORDERO.

¿Está tu nombre escrito en el registro de Dios, en el Libro de la Vida? Si es así, nunca podrá ser borrado. El Señor nunca te olvidará ni te abandonará. Jesús te ha dado vida eterna con Él y siempre estará contigo, pase lo que pase. Si todavía no has confiado en Jesús, hazlo hoy mismo. (Haz clic aquí para que conozcas las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti). Entonces tu nombre estará escrito en el Libro de la Vida por toda la eternidad.