El viejo árbol
La puerta mosquitera chirrió y se cerró de golpe cuando Viviana salió y se trepó en el columpio del porche, junto a su padre. Papá bostezó.
—¡Qué día! —exclamó—. Las cosas en el trabajo están cambiando más rápido de lo que me puedo adaptar a ellas —la niña levantó la mirada cuando su padre mencionó el cambio—. ¿Ha sucedido algo interesante en la escuela? —preguntó papá.
—En realidad… —Viviana hizo una pausa mientras observaba en su jardín un árbol cubierto de un musgo enmarañado—. ¿Recuerdas cuando te conté que parecía que el señor Contreras no creía en Dios? —su padre asintió—. Bueno, hoy dijo que la verdad siempre está cambiando. Aseguró que aquello que era verdad para mis padres o amigos podría no ser verdadero para mí. Dijo que la verdad va cambiando conforme cambian las personas —Viviana suspiró—. Eso me tiene un poco confundida. Algo no me cuadra.
Por un momento, papá no respondió y la niña se preguntaba si él la había escuchado. Él empujó el columbio un poco más alto con su pie y apuntó al viejo árbol:
—Mira allá, ese árbol —señaló—. ¿Ves lo que está haciendo?
Viviana frunció el ceño.
—No.
Papá empujó el columpio para que Viviana estuviera más alto.
—Todo ese árbol se está moviendo, ¡comenzando por las raíces!
Viviana finalmente entendió a qué se refería.
—¡Papá! —exclamó—. El árbol no se está moviendo… ¡nosotros nos movemos!
—Correcto —afirmó papá—, y la verdad es como ese árbol. Decir que la verdad cambia es como decir que ese árbol se está moviendo, a pesar de que está arraigado en ese lugar desde antes que tú o yo naciéramos —él empujó el columpio del porche un poco más fuerte y Viviana rio—. En la Biblia, Jesús se llama a Sí mismo la verdad —continuó su padre—. Él nos ofrece una nueva manera de vivir, una vida que rebosa de Su amor, verdad y gracia.
—En la iglesia aprendí un versículo que dice que Jesús nunca cambia —comentó Viviana.
—Así es —expresó papá—. Jesús, quien es la verdad, siempre es el mismo y Sus palabras seguirán siendo verdaderas para siempre. Las creencias de la gente pueden ir de un lado al otro. Las opiniones pueden cambiar, pero la verdad nunca cambia. La Palabra de Dios es tan verdadera hoy como lo fue hace miles de años, y su verdad se aplica a nuestras vidas ahora, del mismo modo que se aplicaba a las personas de su época.
Viviana miró al corpulento árbol.
—Oraré para que Dios le ayude también al señor Contreras a entender la verdad sobre Jesús.
DAWN YRENE
LA VERDAD NUNCA CAMBIA
VERSÍCULO CLAVE: HEBREOS 13:8
JESUCRISTO ES EL MISMO AYER Y HOY Y POR LOS SIGLOS.
¿Alguien te ha dicho que todo cambia, incluyendo la verdad? ¿Te han dicho que puedes determinar cuál es tu propia verdad? Hay paz y sabiduría al confiar en que Jesús es la verdad y que Su Palabra no cambiará jamás. La verdad no es algo que cambia de un día para el otro. No se afecta por las creencias u opiniones populares. Dios nos revela la verdad en la Biblia y en la persona de Su Hijo, Jesús, y Él nunca cambia.
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