El único boleto

Al ver el gigantesco carrusel, Aurea y Violeta chillaron de emoción y corrieron delante de sus padres hacia la entrada. Se pararon junto al medidor de estatura. Las dos eran lo suficientemente altas.

—¡Yupi! —Aurea aplaudió, emocionada.

El carrusel se detuvo y la gente se bajó. Las niñas estaban a punto de pasar corriendo por la puerta de ingreso, cuando un brazo les bloqueó la entrada.

—Esperen, chicas. No tan rápido —era el operador de la máquina.

Aurea y Violeta se miraron entre ellas, confundidas, cuando el operador dejó que otros niños pasaran antes que ellas y subieran al carrusel.

—¿Por qué no podemos subir? —preguntó Violenta—. Sí tenemos la estatura necesaria.

En ese momento, mamá y papá llegaron al lugar.

—¡Al fin las alcanzamos! —expresó su madre.

—Mamá —dijo Aurea, con la cara llena de decepción—. No nos dejan entrar. ¿Por qué?

El padre metió la mano en el bolsillo y sacó cuatro pedacitos de papel.

—Necesitan sus boletos.

Aurea y Violeta tomar sus boletos y los entregaron al operador del carrusel. Él abrió la puerta y las dejó entrar. Cada una eligió un caballito para montar, y saltaron emocionadas. Mamá y papá entregaron los boletos al operador y subieron también.

—¿Saben? —preguntó mamá, pensativa—. Esto me hace acuerdo de algo que Jesús dijo. No hay otro camino al cielo, excepto a través de Él. Díganme, ¿por qué no pudieron entrar antes en el carrusel?

—No teníamos nuestros boletos —respondió Violeta.

—¿Y por qué pasó eso?

—Creíamos que solo debíamos ser lo suficientemente altas —contestó Aurea—. No sabíamos que debíamos tener boletos para entrar.

—Correcto —afirmó papá—. No pudieron entrar al carrusel sin un boleto, y no pueden tener vida eterna sin Jesús. Es un regalo que deben recibir de Él. No hay nada que puedan hacer para entrar en el cielo por su cuenta. Su único boleto de entrada es confiar en Jesús como su Salvador, porque Él pagó el precio al morir por sus pecados y resucitar de entre los muertos.

El carrusel empezó a moverse unos minutos después.

—Me alegra haber tenido mi boleto para el carrusel —exclamó Violeta mientras los caballos se movían de arriba abajo—. ¡Pero estoy más feliz porque tengo a Jesús y un día Él me llevará al cielo!

GOH SU EN Y GOH SHAO EN

JESÚS ES EL ÚNICO CAMINO AL CIELO

VERSÍCULO CLAVE: JUAN 14:6

JESÚS LE DIJO: «YO SOY EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA; NADIE VIENE AL PADRE SINO POR MÍ».

¿Alguna vez has pensado que podrías ser o hacer lo suficiente como para entrar en el cielo por tu cuenta? No puedes. Solo hay un camino para ser salvos del pecado y tener vida eterna, y es a través de Jesús. Todos fallamos, pero Jesús vivió una vida perfecta, murió en la cruz y resucitó para que podamos tener vida eterna con Él. ¡Confía en Jesús hoy mismo! (Haz clic aquí para que conozcas las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti).

Clave de Hoy
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