El rescate de Bandida (Parte 1)

Amelia estaba encantada por los tres lechones diminutos que se retorcían alrededor de su madre en el corral de los cerdos, detrás del granero. Una cerdita que tenía una mancha en el ojo se convirtió en el favorito de la niña.

—Se ve como una bandida con ese ojo negro, así que la llamaré así —comentó Amelia—. ¡Es tan linda! Me encanta cómo corre para explorar las cosas por sí misma.

Una mañana, unos pocos días después, su padre entró en la casa cargando algo en sus brazos.

—Necesito trapos suaves y una secadora de cabello —indicó.

Amelia sintió que su corazón se le fue al piso cuando vio la forma inmóvil de Bandida acurrucada en el pecho de su papá.

—¿Qué pasó? —preguntó llena de ansiedad.

—Esta cerdita salió del corral durante la noche y no pudo encontrar el camino de regreso al calor de su madre y de los otros lechones. La encontré en el jardín. Ahora mismo está muy fría y débil.

Amelia limpió el lodo de su cerdita mientras su madre soplaba con delicadeza aire caliente a su alrededor con la secadora de cabello.

—¿Por qué se escapó? —preguntó Amelia—. Su madre estaba cuidando bien de ella. Papá, ¿crees que va a estar bien?

—No lo sé —contestó el padre, poniendo su brazo alrededor de los hombros de su hija—. Haremos todo lo posible por ayudarla.

Esa noche, durante el devocional, papá leyó la historia del hijo pródigo.

—El joven de la historia me hace acuerdo de tu cerdita —declaró el padre—. ¿Qué podemos aprender de sus experiencias?

—¿A no alejarnos de nuestro hogar? —sugirió Amelia—. Bandida y el hombre de la historia se alejaron de sus hogares, donde estaban a salvo.

Papá sonrió.

—Correcto, y los cristianos a veces nos alejamos del amor y del cuidado que Dios ha provisto para nosotros. Ignoramos a Dios y a Su pueblo y, en su lugar, nos vamos detrás de las cosas del mundo.

—Entonces, ¿cómo podemos evitar alejarnos? —preguntó Amelia.

—Al recordar cuánto Dios nos ama y al confiar en que Él cuidará de nosotros. El Señor envió a Jesús para morir por nosotros para que podamos ser parte de Su familia, y Él quiere llenar nuestras vidas con gozo y paz. Y cuando nos alejemos, Él siempre nos perdonará y nos recibirá de nuevo en Su hogar.

LINDA A. PRICE

NO TE ALEJES DE DIOS

VERSÍCULO CLAVE: COLOSENSES 3:1

SI USTEDES, PUES, HAN RESUCITADO CON CRISTO, BUSQUEN LAS COSAS DE ARRIBA, DONDE ESTÁ CRISTO SENTADO A LA DIESTRA DE DIOS.

¿Alguna vez te has alejado de Dios? No sigas por tu camino ni pienses que puedes vivir a tu manera. Dios te ama y quiere lo mejor para ti. Jesús entregó Su vida para que pudieras experimentar el gozo y la paz de conocerlo a Él. Si te has alejado por tu propio camino, pídele al Señor que te perdone. Él te recibirá nuevamente en Su hogar con los brazos abiertos y cuidará bien de ti.