El regalo del descanso

El padre de Demetrio puso el carro a control remoto en una repisa en el garaje.

—Tomemos un descanso —indicó.

—Pero ¿no vamos a pintarlo? —preguntó el niño. Acababan de terminar de armar todas las piezas y Demetrio se moría de ganas de probarlo—. Este carro se verá genial en un rojo cereza.

—Podemos terminarlo más tarde —señaló papá—. Hemos estado armando ese carro por dos horas, y ahora es tiempo de descansar.

—¡Pero quiero seguir trabajando en él! —insistió Demetrio.

—¿Sabes, hijo? —comentó el padre mientras apagaba las luces del garaje—. Aun Dios descansó después de crear el mundo en seis días. Eso significa que también deberíamos descansar.

Demetrio cruzó los brazos.

—Pero no estoy cansado.

Papá levantó las cejas.

—Qué interesante. ¿Crees que Dios descansó porque estaba cansado?

Demetrio rio.

—Dios no se cansa, ¿o sí?

—No —aseguró papá—. No se cansa, pero Dios nos dio el ejemplo al tomarse un descanso después de haber completado Su trabajo. Jesús también les dijo a Sus discípulos que descansaran después de haber trabajado, e incluso Él mismo se tomó un tiempo para relajarse después de enseñar y de sanar a las personas.

Demetrio siguió a su padre por el pasillo hasta la cocina.

—¡Pero descansar es aburrido!

—Bueno, no debería serlo —papá puso dos vasos en el mesón—. Dios nos dio el descanso como un regalo. Se supone que debería ser relajante y disfrutable.

Demetrio se sentó en una silla.

—¿Algo así como la Navidad o como cuando tienes un día libre del trabajo?

—Exactamente —expresó papá—. Y esos días no son aburridos, ¿verdad?

—¡Para nada! Son los mejores porque podemos jugar juegos de mesa y comer palomitas de maíz.

El padre de Demetrio llenó los vasos con hielo.

—El descanso es también un tiempo para recargar la energía y pensar en todo lo que Dios ha hecho por nosotros. Dios nos manda a descansar para que recordemos Su obra, la obra de Jesús y Su sacrificio por nosotros en la cruz. Es solo Su obra la que nos salva, no nuestros propios esfuerzos, y descansar nos recuerda que debemos confiar en Él en todo lo que hagamos —papá fue al refrigerador y sacó una jarra—. Ahora, ¿qué te parece si nos refrescamos con un poco de la deliciosa limonada de tu madre, después de todo ese trabajo en tu carro?

Demetrio se sentó y tomó un vaso.

—¡Me parece genial! « »

Annika Klanderud

TOMA TIEMPO PARA DESCANSAR

 VERSÍCULO CLAVE: Salmo 116:7 (NTV)

QUE MI ALMA DESCANSE NUEVAMENTE, PORQUE EL SEÑOR HA SIDO BUENO CONMIGO.

¿Alguna vez te has molestado por tener que detenerte en lo que estabas trabajando y descansar? A veces es difícil tomarnos un descanso, pero Dios sabe lo que es mejor para nosotros. Tomar tiempo para descansar es importante para que tu cuerpo y tu mente puedan recargarse. Lo mejor de todo es que es un recordatorio de que nuestro verdadero descanso está en Jesús, quien completó el trabajo más importante de todos: morir por nuestros pecados para que podamos ser salvos y tener vida eterna con Él.