El perro que se escapa
—¡Frank! ¡Frank, ven aquí, perrito! —Guido entró en la casa y cerró la puerta corrediza con un suspiro—. Creo que se volvió a escapar. ¡Lo llamé y lo llamé y todavía no viene!
Mamá levantó la mirada de su computadora y frunció el ceño.
—Oh, no. Tu papá debe haberse olvidado de ponerle el collar de la cerca invisible después de su baño —Guido veía ansioso por la ventana y se frotaba las manos por la tensión, así que su madre cerró la computadora portátil y le mostró una sonrisa alentadora a su hijo—. ¿Qué te parece si te pones tus botas y vamos a buscarlo antes de la cena?
Mientras mamá conducía el automóvil lentamente por el vecindario, Guido miraba por la ventana.
—No entiendo por qué siempre quiere escapar. ¿No sabe cuánto lo amamos?
—Él lo sabe —le aseguró su madre—. Frank simplemente es un perro al que le gusta correr.
Después de buscar por treinta minutos, Guido se puso a llorar. Mamá estiró el brazo y apretó cariñosamente la mano de su hijo.
—¿Sabes en qué pienso cada vez que Frank se escapa y tenemos que ir a buscarlo?
—¿En qué? —preguntó Guido, limpiándose las lágrimas con la palma de su mano.
—Pienso en la parábola que Jesús contó en la Biblia sobre un pastor que va detrás de una oveja perdida. Él deja todo para ir y salvar a esa oveja, ¡incluso dejando atrás a las otras noventa y nueve para ir a buscarla! Y, cuando encuentra a su oveja, no está enojado. ¡El pastor se regocija! Así es como Dios reacciona cuando encuentra a Sus hijos.
—Me gusta esa historia —admitió Guido—. Es lindo pensar en que Jesús me buscaría como yo busco a Frank.
Su madre asintió.
—Jesús es nuestro Buen Pastor que vino a la tierra y murió para rescatarnos del pecado. Él nos ama y siempre vendrá a buscarnos cuando nos alejemos.
Mientras seguían buscando a Frank, Guido pensó en cuán grande es el amor de Dios por él. También oró para que guardara a Frank sano y salvo, dondequiera que estuviera.
Unos minutos más tarde timbró el celular de mamá.
—¿Hola? —saludó—. Oh, qué noticia tan maravillosa. ¡Gracias! ¡Enseguida salimos para allá! —ella cerró el teléfono y regresó con el automóvil—. La llamada era de uno de nuestros vecinos. Encontraron a Frank sano y salvo en su casa. ¡Vayamos por nuestro perrito!
EMILY TENTER
JESÚS IRÁ A BUSCARTE
VERSÍCULO CLAVE: MATEO 18:12
¿QUÉ LES PARECE? SI UN HOMBRE TIENE CIEN OVEJAS Y UNA DE ELLAS SE HA DESCARRIADO, ¿NO DEJA LAS NOVENTA Y NUEVE EN LOS MONTES, Y VA EN BUSCA DE LA DESCARRIADA?
¿Cómo te hace sentir el saber que Jesús es el Buen Pastor que busca a su oveja perdida? Jesús es digno de confianza. Él murió y resucitó para salvarte del pecado, y cuando te desvías y tratas de irte por tu propio camino, Él siempre va a buscarte y te ofrece gracia y perdón. El Señor promete que siempre estará contigo y te ayudará, pase lo que pase. Descansa en el gran amor que Jesús tiene para ti.
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