El mosaico de Dios
—Mamá, ¡cuántas cosas lindas hay aquí! —exclamó Eliana.
Ella y su madre estaban visitando un museo de arte y la niña estaba asombrada de todas las diferentes formas, tamaños, colores y materiales que componían el arte que se exhibía en cada esquina. Pero una pieza en particular sobresalía.
—¿Esa pintura es brillante? —preguntó Eliana.
Mamá sonrió.
—Más o menos —opinó—. En realidad, no es una pintura. Es un mosaico. Brilla porque está hecho de diminutos pedazos de vidrio de colores, ordenados de tal modo que formen un cuadro.
—¡Guau! —expresó Eliana—. Creo que necesitamos un mosaico en casa.
—¿Sabes? —comentó su madre—. Puedes haces mosaicos con cualquier cosa. Solo necesitas un lienzo y muchos pedacitos chiquitos de algo en los colores que desees. Deberíamos hacer uno juntas.
Y así lo hicieron. Al llegar a su hogar, Eliana reunió pequeños pedazos del cajón de manualidades, con los colores que quería, mientras mamá buscaba un lienzo de su armario de útiles escolares. Pronto se encontraron arreglando las piecitas en el lienzo para formar el cuadro de un árbol.
Mientras trabajaban, la madre habló:
—Esto me recuerda a la iglesia —indicó mientras ponía pegamento en un botón verde y lo presionaba en el lienzo.
—¿Ah? —preguntó Eliana.
—Supongo que sí es una idea un poco confusa —admitió mamá con una carcajada—. Déjame explicarte. ¿Te has fijado que en la iglesia todos tienen diferentes talentos y trasfondos, y mucha gente en nuestra iglesia proviene de culturas diferentes a la nuestra? Así es como Dios diseñó Su iglesia, es decir, Su familia. Él desea que Su pueblo tenga todo tipo de bellas diferencias, así como todos estos pedacitos distintos que arman nuestro mosaico. Juntos forman una hermosa iglesia que glorifica a Dios.
Eliana asintió.
—Los mosaicos son geniales porque están compuestos de muchas piezas diferentes que crean un solo cuadro grande.
—¡Exactamente! —declaró su madre—. El lienzo sostiene a todas las piezas distintas juntas. Del mismo modo, como cristianos, nos mantenemos juntos en todas las formas maravillosas en que Jesús nos creó para adorarlo y recordar que Él nos salvó por medio de Su muerte y resurrección. Eso es lo que nos une y nos convierte en el bello mosaico de Dios.
KANDI ZELLER
LA IGLESIA PERMANECE UNIDA ALREDEDOR DE JESÚS
VERSÍCULO CLAVE: 1 CORINTIOS 12:6 (NTV)
DIOS TRABAJA DE MANERAS DIFERENTES, PERO ES EL MISMO DIOS QUIEN HACE LA OBRA EN TODOS NOSOTROS.
¿Cuáles son algunos de los diferentes talentos, contextos y culturas en tu iglesia? Dios nos creó a todos tan distintos, y cuando nos convertimos en cristianos, cada uno de nosotros también recibe dones espirituales diferentes para usarlos en servir a la iglesia. Dios utiliza las diferencias que Él creó en nosotros para ayudarnos a crecer en Cristo y glorificarlo juntos, como un bello mosaico. Como cristianos, estamos unidos por Jesús. A través de la maravillosa diversidad de la familia de Dios, Él crea un cuadro de Su amor y Su bondad.
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