El llamado del amo

—¡Mamá, Sheba no viene cuando la llamo! —se quejó Adán—. A veces viene hacia mí, pero cuando trato de tocarla, se huye otra vez. ¡Mira! —el niño llamó a Sheba, su nueva cachorrita. Tal como lo dijo Adán, la perrita lo miró y, cuando él siguió llamándola, ella se puso a correr en círculos. Cada vez que se acercaba al niño, terminaba esquivándolo en el último momento. Cuando finalmente quedó exhausta, Sheba se sentó, jadeando. Adán caminó hacia ella—. Tienes que aprender a obedecer —le dijo.

—Tienes razón —afirmó su madre—. ¡Ya sé! Trata de ofrecerle una recompensa para animarla a que venga a ti. Trata con una galletita para perros y, cuando la llames, ignora sus juegos graciosos. Cuando se acerque, dale un halago, acaríciale y dale la galleta. Después de un tiempo se cansará de cansarse por nada. Aprenderá que debe acercarse a ti para recibir su recompensa.

—Está bien —expresó Adán—. Vale la pena intentar.

Unos días más tarde, Adán le llamó a su mamá cuando ella caminaba hacia afuera de la casa.

—¡Mira, mamá! ¡Ve cómo se porta Sheba ahora! —la madre se dio la vuelta para ver cómo Adán llamaba a su cachorrita—. ¡Sheba, ven! —la perrita dejó de morder su juguete, miró al niño e inclinó la cabeza. Adán repitió la orden—. ¡Sheba, ven! —él sostuvo en alto la galleta para perros. La mascota rápidamente trotó hacia donde estaba Adán, se paró en silencio junto a él y miró fijamente la galleta, permaneciendo quieta —. ¡Buena chica, Sheba! —el niño la acarició y le dio su galleta, que la perrita comió con entusiasmo. Adán sonrió—. ¡Sheba es muy inteligente! —el niño se arrodilló y abrazó a la perrita feliz.

Su mamá sonrió.

—Sí. Es inteligente por acercarse a su amo —la madre se acercó y rascó las orejitas de la mascota—. Sheba me hace acuerdo de la forma en que debemos acercarnos a nuestro Amo.

—¿Acercarnos a nuestro Amo? —preguntó Adán—. Supongo que te refieres a Jesús, ¿verdad?

—Así es —respondió mamá—, y Jesús también te ofrece una recompensa. Él nos promete la mayor de todas las recompensas: vida eterna con Él. Correr en círculos para tratar de que nuestra vida funcione por nuestra cuenta no nos llevará a ningún lado, solo nos agota. Pero Jesús es paciente con nosotros y nos llama a acercarnos a Él para recibir perdón, paz y vida eterna. Cuando respondemos a Su llamado, la recompensa será nuestra.

SUSANNA B. CHENOWETH

ACÉRCATE A JESÚS

VERSÍCULO CLAVE: JUAN 6:37

TODO LO QUE EL PADRE ME DA, VENDRÁ A MÍ [JESÚS]; Y AL QUE VIENE A MÍ, DE NINGÚN MODO LO ECHARÉ FUERA.

¿Has venido a Jesús? ¿Escuchas su llamado? Él te ofrece una gran recompensa: el regalo de la vida eterna con él. Es maravilloso, es gratis, pero debes acercarte a Jesús. Él promete que, cuando lo hagas, te aceptará. El Señor nunca rechazará a nadie que se acerque a Él. ¿Quieres venir a Él hoy mismo? (Haz clic aquí para que conozcas las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti).

Clave de Hoy
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