El librero terminado
—Voy a la tienda del señor Aníbal para recoger el librero que hice para papá —le dijo Efrén a su hermanito menor—. ¿Quieres venir conmigo? Vamos a llevar el vagón y puedes ayudarme a halarlo.
Sion aplaudió.
—¡Sí! Le dirás a papá que ese regalo también es de mi parte, ¿verdad? Porque estoy ayudando…
Efrén sonrió y estuvo de acuerdo.
En la tienda del señor Aníbal, Efrén le mostró a Sion el librero. Entonces caminó a una esquina en la parte trasera de la tienda, donde el señor Aníbal estaba trabajando.
—Gracias por enseñarme cómo hacer un librero para mi papá —expresó Efrén—. Aquí le tengo el dinero que le debo por los materiales que usé.
El señor Aníbal tomó el dinero y ambos se volvieron para mirar el librero. Efrén ahogó un grito. Sion estaba junto al mueble con un martillo levantado.
—¿Qué estás haciendo, Sion? —gritó su hermano.
—Estoy ayudando a hacer el librero de papá —respondió Sion. Él le dio un golpe justo antes de que Efrén pudiera quitarle el martillo de su mano—. ¡Dijiste que podía ayudar, Efrén!
—Lo sé, Sion —dijo Efrén—. Pero no puedes ayudar a hacerlo, ¡porque ya está totalmente terminado! —el niño se sintió aliviado al ver que Sion solo había hecho un pequeño raspón en la parte de atrás del librero y no se veía—. Puedes ayudarme a llevarlo a casa y también a entregárselo a papá, ¿está bien?
El señor Aníbal sonrió.
—Efrén, mientras trabajabas en el librero, hablamos varias veces sobre cómo podemos llegar al cielo. ¿Recuerdas lo que me dijiste?
—Claro. Como le dije, me esfuerzo mucho por ser bueno —aseguró Efrén—. Obedezco a mis padres, voy a la iglesia y estoy muy seguro de que sí podré entrar en el cielo.
—Pero, Efrén —declaró el señor Aníbal—, así como Sion trató de ayudarte con tu regalo terminado de un librero, estás tratando de ayudarle a Dios con Su regalo terminado de la salvación y la vida eterna. Cuando Jesús murió en la cruz, dijo: «Consumado es». Eso significa que Su obra está terminada. Todos nuestros errores pecaminosos, pasados, presentes y futuros, fueron pagados por el sacrificio de Jesús por nosotros. No hay nada que puedas hacer para ayudar. Solo necesitas confiar en que Él ya ha hecho todo por ti y aceptar Su perdón. ¿Entiendes lo que te digo?
Efrén acarició lentamente su librero.
—Sí —afirmó—. Creo que sí.
MARY ROSE PEARSON
SOLO JESÚS SALVA DEL PECADO
VERSÍCULO CLAVE: EFESIOS 2:8 (NTV)
DIOS LOS SALVÓ POR SU GRACIA CUANDO CREYERON. USTEDES NO TIENEN NINGÚN MÉRITO EN ESO; ES UN REGALO DE DIOS.
¿Crees que necesitas hacer cosas buenas para ir al cielo? Eso no es posible. No hay nada que puedas hacer para ganar tu salvación. Jesús ha terminado totalmente toda la obra necesaria para que seas perdonado por tus ofensas y recibas la vida eterna. Simplemente debes aceptar lo que Él ya ha hecho, ¡ya no te queda nada por hacer! Confía en Jesús hoy mismo. (Haz clic aquí para que conozcas las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti).
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