El control remoto (Parte 2)

Esdras y Luis llevaron su camión a control remoto al garaje mientras su madre se sentaba en el porche. Su hermanita menor, Ofelia, estaba dando brincos con un pogo saltarín.

—Mamá —expresó la pequeña—, quisiera tener un pogo saltarín a control remoto. Podría treparme en él y hacer que saltara de arriba abajo, arriba abajo, sin que yo haga nada. ¡Eso sería divertido!

—Sí, ¡eso sería genial! —opinó Esdras mientras observaba a su hermana.

Mamá rio.

—Nunca había oído de algo así. Tal vez puedas inventarlo cuando crezcas.

—¡Pero lo quiero ahora! —exclamó Ofelia.

—Tengo una idea —declaró su madre—. Cuando te dé una orden, tienes que hacer lo que te diga. Si te digo que vayas a la izquierda, vas a la izquierda. Si te digo que vayas a la derecha, vas a la derecha. ¡Sería como manejarte con un control remoto! ¿Qué te parece? —Ofelia sonrió y asintió—. ¿Lista? —preguntó mamá—. A ver, camina hacia delante… gira a la izquierda… gira otra vez a la izquierda… ahora ve a la derecha… retrocede… camina hacia adelante… ¡detente!

Ofelia saltó por todos lados, riendo mientras seguía las instrucciones de su madre. Los gemelos también se unieron y empezaron a tomar turnos para dar y recibir las órdenes.

Esa noche, mamá leyó una historia bíblica sobre un líder romano que le pidió a Jesús que sanara a su criado.

—El centurión respondió: «Señor, no soy digno de que Tú entres bajo mi techo; solamente di la palabra y mi criado quedará sano» —después de leer la madre explicó—: A Jesús le agradó la fe de ese hombre. Dios hizo este mundo y controla todo lo que hay en él, pero no siempre lo hace como con un control remoto. El Señor quiere que confiemos en Él y sigamos Sus mandamientos, así como Ofelia dejó que dirigiera a dónde iba con su pogo saltarín al seguir mis instrucciones. El hombre de la historia creyó que Jesús era Dios y se sometió a Su autoridad cuando le pidió a Jesús que hiciera lo que el centurión no podía hacer, porque sabía que Jesús podía hacer cualquier cosa. Ese es el tipo de fe que debemos tener también.

TAIT E. POWELL

CONFÍA EN JESÚS Y OBEDÉCELO

VERSÍCULO CLAVE: SALMO 83:18

SOLO TÚ, QUE TE LLAMAS EL SEÑOR, ERES EL ALTÍSIMO SOBRE TODA LA TIERRA.

¿Has puesto tu fe en Jesús? ¿Lo escuchas y sigues Sus mandamientos? ¿O vives como quieres? Podemos engañarnos a nosotros mismos y pensar que tenemos el control de nuestras vidas, pero Dios tiene el control de todo. No puedes salvarte a ti mismo ni tener una buena vida por tu cuenta… necesitas a Jesús. Confía en Él y síguelo. (Haz clic aquí para que conozcas las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti).