El aroma del pecado
Misael olfateó en el aire mientras entraba a la casa. “Mmm, ¡galletas! ¿Puedo comer una, mamá?”
“Ahora no”, contestó su madre. “Deben enfriarse y dentro de poco vamos a comer. Puedes comer una como postre, después de la comida”.
“Muy bien”, dijo Misael, pero miraba con ganas las galletas mientras se enfriaban en el mesón de la cocina. Olían tan delicioso y sabía que su sabor era aún mejor. Todavía estaba parado ahí, viendo las galletas, cuando su madre sacó otra lata de galletas del horno. “Mientras más huelo estas galletas, más quiero una”, comentó. “¿No puedo comer, aunque sea una pequeñita?”
Mamá negó con la cabeza. “Sería más fácil esperar si te fueras a otro lugar, en lugar de quedarte ahí, donde puedes ver y oler las galletas”, señaló. “¿Recuerdas el versículo bíblico que aprendiste la semana pasada?”
“¿Te refieres a ese que dice que Dios siempre provee una salida para escapar de la tentación, para que no tengamos que caer en ella?”, preguntó Misael.
“Ese mismo”, afirmó la madre. “Y creo que la mejor manera en que puedes escapar de esta tentación es si te vas a jugar afuera”.
“Pero las galletas no son algo malo”, alegó Misael. “No es pecado comer una galleta”.
“Es cierto”, aseveró mamá, “pero si te quedas cerca de las galletas el tiempo suficiente, podrías caer en la tentación de comerte una. Y entonces me estarías desobedeciendo a mí, y eso sí es pecado”.
Misael suspiró. “Está bien, me voy afuera”. El niño salió de la cocina y salió por la puerta al garaje.
El niño estaba lanzando canastas en el patio cuando su madre lo llamó porque estaba lista la comida. “Tenías razón, mamá”, dijo mientras se sentaba en la mesa. “Las galletas dejaron de molestarme después de que me alejé de ellas. Cuando me ocupé en otra cosa, me olvidé de ellas”.
Su mamá asintió. “Como cristianos, siempre podemos decir que no al pecado porque Jesús nos hizo libre de él. Pero sigue siendo buena idea que nos alejemos de las cosas que sabemos que nos tientan. ¡Entonces podemos enfocarnos en hacer cosas buenas sin distracciones! – PAMELA J. KUHN
EVITA LA TENTACIÓN
VERSÍCULO CLAVE: 1 CORINTIOS 10:13
CON LA TENTACIÓN PROVEERÁ TAMBIÉN LA VÍA DE ESCAPE, A FIN DE QUE PUEDAN RESISTIRLA.
¿Te cuesta decirle no al pecado? Cuando sienta la tentación de hacer algo malo, recuerda que Jesús te hizo libre del pecado y que no tienes que ceder. Pero también es bueno que evites ponerte en situaciones en las que sabes que serás tentado. Pídele a Jesús que te ayude a saber cuándo alejarte de algo y, cuando te encuentres en una situación tentadora, confía en que Él te mostrará la vía de escape.
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