Ecos
En una caminata por la naturaleza, un sábado por la mañana, Joaquín y su padre llegaron a la entrada de un túnel que iba por debajo de una carretera.
—¡Hola! ¿Hay alguien allí? —gritó el niño. Entonces se oyó el sonido del eco: «Hola…».
Joaquín sonrió.
—¡Soy Joaquín! —gritó—. ¡Joaquín!
«Joaquín… Joaquín…», se oyó su voz en el eco.
En pocos minutos salieron del túnel y se encaminaron por el campo abierto.
—¡Hola! ¿Hay alguien allí? —gritó Joaquín, pero no le respondió ningún eco. El niño rio—. Sabía que no iba a haber un eco aquí, pero quise intentarlo de todos modos.
—Cuando las ondas del sonido chocan con las paredes del túnel, rebotan como un eco —explicó papá—. Aquí, en este espacio abierto, no hay muchos obstáculos de ese tipo, entonces el sonido sigue avanzando.
Después de una buena caminata, Joaquín y su padre regresaron a su casa.
—Espero que Isabella y Eliana se hayan ido a algún lado cuando lleguemos a casa —le comentó Joaquín a su papá—. Son tan fastidiosas.
—Bueno, tus hermanas también tienen quejas sobre ti… dicen que las molestas todo el tiempo —respondió el padre—. Creo que todos deberían trabajar para llevarse bien unos con otros.
—Oh, por favor, papá —indicó Joaquín—. Tú sabes que las hermanas son una piedra en el zapato. ¡Tienes tres!
—Sí —afirmó su padre—, y a veces sí eran una piedra en el zapato, pero estoy seguro de que te dirán cuánto sintieron también que yo era una piedra en su zapato. Además, Dios nos dice que amemos a otros y que vivamos en paz con ellos. Eso incluye a las hermanas.
—He oído eso antes —declaró Joaquín—. Todo el tiempo, me parece… en la casa, en la iglesia, en el club de Biblia, todos me dicen siempre que ame a los demás y que sea amable.
—Eso es porque, como cristianos, es importante que demostremos a otros el amor que Dios nos ha mostrado —papá miró pensativo a su hijo—. ¿Recuerdas cómo todo lo que dijiste en el túnel se te regresó con el eco? Bueno, como hijos de Dios, nuestras palabras y acciones deberían ser ecos de las Suyas. La Biblia nos dice cómo es Dios y cómo Él envió a Su propio Hijo a morir por nosotros, para que podamos ser libres del pecado. Dios nos demostró Su amor perfecto a través de Jesús, y Él nos empodera para que seamos ecos de ese amor. Confía en que Él te ayudará a hacer eco del amor de Jesús en tus relaciones con las demás personas, incluyendo a tus hermanas.
NANCE E. KEYES
HAZ ECO DEL AMOR DE DIOS
VERSÍCULO CLAVE: 1 JUAN 4:19
NOSOTROS AMAMOS PORQUE ÉL NOS AMÓ PRIMERO.
¿Tu vida es un eco del amor de Dios? La Biblia nos habla del gran amor de Dios y cómo Jesús dio Su vida para salvarnos del pecado y de la muerte. Si conoces a Jesús como tu Salvador, el Señor te da el poder a través del Espíritu Santo para amar a otros como Él te ama. Dios te da poder a través del Espíritu Santo para amar a otros como Él te ama. Busca Gálatas 5:22-23 para que veas algunas de las maneras en que demostramos el amor de Dios en nuestras relaciones. Después confía en que Dios te ayudará a ser un eco del amor que Él nos ha mostrado.
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