¿Dónde está Dios?
Eva estaba acostada en el sofá; su cara se veía pálida, su cabeza calva formaba un círculo en la almohada. Los tratamientos médicos habían hecho que su cabello se cayera. Su abuela la miró, justo cuando una lágrima cayó por la mejilla de Eva.
—¿Qué pasa, chiquita linda? —preguntó la abuelita—. ¿Hoy no te sientes tan bien?
—Tengo miedo —respondió Eva con voz temblorosa—. Parece que Dios se fue lejos. Desde que me enfermé, siento como si Él no estuviera aquí.
La abuela apretó cariñosamente la mano de su nieta.
—Tal vez te sientas así, pero Dios promete que siempre estará con nosotras. A veces es difícil seguir orando y confiando en Él, pero debemos hacerlo —ella se sentó junto a la niña—. Pero no es raro que te sientas así. Esto me recuerda de algo que me pasó cuando era niña.
—¿También estuviste enferma? —preguntó Eva.
—Sí —contestó la abuela—. Una vez me dio influenza. Mi madre me había dado medicina a la hora de dormir y se quedó conmigo hasta que me dormí. Pero después, en la madrugada, me desperté y todo estaba oscuro. La cabeza me latía y mi garganta me dolía tanto que no podía llamarles a mis padres que estaban al final del pasillo. Estaba demasiado débil como para salir de la cama, así que me quedé allí, llorando, pensando que estaba sola. Pero entonces se encendió una luz, y ahí estaba mi madre, a mi lado. Ella se había quedado a dormir en una silla, junto a mi cama, ¡y había estado allí todo ese tiempo!
—Entonces, ¿Dios está conmigo, aunque me sienta sola? —pregunto Eva.
Su abuela asintió.
—Mi madre durmió en esa silla toda la noche, para poder estar a mi lado, pero Jesús hizo mucho más que eso para estar contigo, hija. Él dejó el cielo y vino a la tierra como un bebé y, cuando creció, murió por tus pecados, para que pudieras vivir con Él para siempre. A pesar de que podrías sentir que Dios está lejos ahora que estás enferma, Él no lo está. El Señor nos promete en la Biblia que Él nunca nos dejará. Él está contigo en todo momento, dándote fuerzas y consuelo.
Eva se quedó pensando.
—¿Puedes mostrarme ese versículo en la Biblia? —preguntó después de un momento—. Quiero leerlo con mis ojos.
VIOLET E. NESDOLY
DIOS SIEMPRE ESTÁ CERCA DE TI
VERSÍCULO CLAVE: HEBREOS 13:5
ÉL MISMO HA DICHO: «NUNCA TE DEJARÉ NI TE DESAMPARARÉ».
¿Alguna vez has sentido que Dios te ha olvidado? Cuando estás enferma, si uno de tus padres perdió su trabajo, si tu amigo se muda a otra ciudad o tu familia se separa, es fácil pensar que a Dios no le importa y que te ha dejado solo. Pero, aun si no sientes la presencia de Dios, la Biblia dice que Él está cerca de quienes conocen a Jesús. Él siempre está contigo, aunque por el momento no lo sientas.
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