Devolver a Dios

—¡Vamos, Angélica! —dijo Lanita mientras estudiaba la lista de Navidad que tenía en la mano—.  Todavía nos falta comprar más regalos antes de encontrarnos con mamá junto al árbol de Navidad.  Debemos estar ahí en una hora.  ¡Apresúrate!

—Ya voy —contestó Angélica, que estaba enfocada en un hombre que demostraba cómo funcionaba un helicóptero a control remoto.  La niña lo apuntó y agregó—: Creo que deberíamos comprarle ese helicóptero a papá.

Lanita se encogió de hombros.

—Primero veamos si encontramos algo más.

Las niñas seguían buscando el regalo de su padre cuando se encontraron con su maestra de escuela dominical y su hija, Betina.  La señora Lozada sonrió y señaló las bolsas que cargaban las niñas.

—Parece que les está yendo bien con las compras navideñas.

—¡Guau! —exclamó Betina—.  ¡Deben haber trabajado mucho para ganar el dinero para comprar tantos regalos!  ¿O sus padres les dan el dinero?

—Ganamos un poco —explicó Angélica—.  Pero mamá y papá nos dan dinero extra para comprar regalos.

Betina sonrió.

—Así que probablemente están comprando regalos para sus padres con su propio dinero —comentó—.  Yo hago lo mismo.

Al día siguiente, en la clase de la escuela dominical, Angélica y Lanita sonrieron cuando su maestra las usó como ilustración.

—Cuando compran regalos para sus padres con el dinero que ellos les dieron, es un muy buen ejemplo de lo que sucede cuando le damos algo a Dios —indicó a la clase—.  Todo lo que tenemos, nuestra vida, el tiempo, los talentos, nuestro dinero y posesiones, viene de Dios.  Incluso nuestra habilidad para hacer cosas buenas viene de Él, porque jamás podríamos hacer el bien por nosotros mismos; necesitamos que Jesús nos dé Su bondad.  Por eso Dios envió a Su Hijo a la tierra como el mejor regalo de todos.  Pero a veces nos olvidamos de que todo lo que tenemos en realidad le pertenece a Dios.  Cuando entregamos al Señor nuestro tiempo, dinero o usamos nuestros talentos para hacer bien a otros, solo le estamos devolviendo lo que Le pertenece por derecho.

Angélica levantó la mano.

—Aunque el dinero para los regalos de Navidad de mis padres venga de ellos, todavía les gusta recibir esos regalos de mi parte y a Dios también, ¿verdad?

—Sí, así es —afirmó la señora Lozada con una sonrisa—.  A Dios le encanta cuando Sus hijos Le entregan con gozo y por amor todo lo que Él les ha dado.

JAN L. HANSEN

TODO LO QUE TIENES LE PERTENECE A DIOS

VERSÍCULO CLAVE: 1 CRÓNICAS 29:14 (NTV)

¡TODO LO QUE TENEMOS HA VENIDO DE TI, Y TE DAMOS SOLO LO QUE TÚ PRIMERO NOS DISTE!

¿Has olvidado que todo lo que tienes viene de Dios?  Cada cosa que Le des viene de Él en primer lugar, desde el dinero que pones en las ofrendas hasta el tiempo que inviertes para ayudar a los demás.  Incluso la bondad y el amor que demuestras a otros provienen del mejor de todos los regalos: ¡de Jesús!  Él te dio cada uno de esos presentes porque te ama y le encanta cada cosa que Tú le entregues de vuelta.