¡Dale la vuelta!
¡PUM! Migdalia lanzó uno de sus juguetes al otro lado de la habitación. «¿Por qué todo tiene que ser tan difícil?». La niña se dejó caer en su cama, tomó el pulpo de peluche y le dio la vuelta de adentro hacia afuera. Ahora el pulpo tenía el ceño fruncido.
—Me siento igual, Oki.
—¿Qué pasó? Oí un golpe —mamá entró en la habitación de Migdalia y se sentó junto a su hija—. Oh, no. Veo que en este momento la cara de Oki está igual a la tuya.
—¡No me sale bien esa pulsera! Leí las instrucciones y vi el video para saber cómo hacerla, pero todavía no me sale bien.
—Puedo ver cómo eso podría frustrarte. ¿Por qué no pediste ayuda?
La niña se encogió de hombros.
—A veces quiero lograrlo yo sola.
Su madre asintió y suspiró.
—También me pasa lo mismo, a veces.
—¿En serio? —Migdalia miró con sospecha a su madre.
—¿Qué me dices de la semana pasada cuando compré la nueva batidora y traté de armarla?
—¡Estabas muy frustrada! —recordó Migdalia—. Qué bueno que Benjamín puede arreglar esas cosas.
—Tu hermano mayor fue muy paciente e hizo que la batidora funcionara, pero primero tuve que pedirle ayudar. También tuve que pedirle a Dios que me ayudara.
Los ojos de Migdalia se abrieron por la sorpresa.
—¿Dios te ayudó a armar la batidora?
Mamá rio.
—No, físicamente, pero sí me ayudó con mi actitud. ¿Recuerdas cuando estuve tan molesta conmigo misma cuando no podía armarla? Pude haber permitido que la frustración determinara mi actitud por el resto de mi día, pero, en lugar de ello, oré y le pedí a Dios que me ayudara a recordar que tengo el Espíritu Santo en mí y que puedo dejar que mi actitud reflejara Su amor. Estaba quejándome y me sentía irritable, pero, con la ayuda de Dios, elegí enfocarme en lo que es verdadero, justo, lo amable, como dice en el capítulo 4 de Filipenses.
—Dios te ayudó a darle la vuelta a tu actitud —comentó Migdalia.
Mamá asintió.
—Está bien que te sientas frustrada, hija. Todos nos hemos sentido así. ¿Qué hacemos cuando estamos frustrados? Eso es lo que importa. ¿Nos quedamos con esta mala cara y una actitud? —mamá tomó a Oki y le dio la vuelta, de adentro hacia afuera—. ¿O confiamos en que Dios nos ayudará a no perder de vista Su bondad, amor y promesas, aun cuando nos sentimos frustrados?
Migdalia le guiñó el ojo a su madre.
—Oki se ve mejor con una sonrisa.
SAVANNAH COLEMAN
DIOS PUEDE AYUDARTE A DARLE LA VUELTA A TU ACTITUD
VERSÍCULO CLAVE: PROVERBIOS 17:22
EL CORAZÓN ALEGRE ES BUENA MEDICINA, PERO EL ESPÍRITU QUEBRANTADO SECA LOS HUESOS.
¿Te sientes frustrado con frecuencia? ¿Dejas que tu frustración afecte la forma en que piensas de ti mismo o la manera en que tratas a los demás? Si eres hijo o hija de Dios, tienes acceso a Su poder 24 horas, 7 días a la semana. Eso significa que puedes fijar tu mente en las cosas que son buenas, justas y verdaderas, aun cuando te sientas frustrado o enojado. Confía en que el Señor te ayudará a vestirte con actitudes y acciones que reflejen Su amor.
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