Construyendo puentes
Arturo y su amigo, Enzo, observaban el arroyo que corría por el campo que estaba cerca de sus casas. Estaban tratando de buscar la manera de construir un puente para cruzarlo.
—Apuesto a que mi papá tiene tablas que podríamos usar —señaló Enzo.
Los dos niños corrieron al cobertizo en el patio trasero de Enzo y encontraron un par de tablas largas y anchas. Llevaron una de ellas al arroyo, la levantaron y le dieron un empujón al lanzarla, con la esperanza de que cayera con ambos extremos en tierra seca. Pero… ¡CHAS!
—¡Oh, no! No llegó a la otra orilla del arroyo —indicó Arturo—. Esta table no funcionará. Está demasiado corta —después de mirar rápidamente su reloj, agregó—: Tengo que volver a casa, terminemos esto mañana. Le preguntaré a mi papá si tiene algo que pueda ayudarnos.
Enzo asintió y los niños apoyaron la tabla en un árbol antes de dirigirse a sus casas. La madre de Arturo lo estaba esperando en la puerta.
—Me alegra que hayas llegado temprano a la casa. Invitamos a la nueva familia que se mudó al vecindario, para que vengan a cenar esta noche.
Arturo se quejó.
—¿Por qué tenemos que invitarlos? No hablan bien inglés y el niño de mi edad tiene un nombre raro que no puedo pronunciar. ¿Puedo ir a comer a la casa de Enzo? Podemos conversar sobre nuestros planes para construir un puente para cruzar el arroyo.
—Vas a comer aquí con nosotros —dijo mamá con firmeza, y Arturo pudo darse cuenta por su mirada que ella no estaba muy contenta con su actitud.
—Creo que ellos no creen en Dios —comentó Arturo—. Probablemente no deberíamos acercarnos tanto —el niño pensaba que seguramente a su madre no le quedaría otra opción que estar de acuerdo con él.
—Quizá no crean en Dios —opinó mamá—, pero tendrán la oportunidad de conocerlo si compartimos Su amor con ellos esta noche. Nuestros nuevos vecinos son diferentes a nosotros, pero diferente no significa malo. Estoy segura de que a ellos también les parecemos diferentes —la madre hizo una pausa por un momento—. Ya que estás interesado en construir puentes, ¿qué tal si construyes un puente esta noche? A través de la amistad y la hospitalidad, podemos construir un puente para acercarnos a nuestros nuevos vecinos y demostrarles el amor de Jesús. El Señor los ama y también murió por ellos, así que no son tan diferentes que nosotros después de todo —ella hizo señas hacia el baño—. Ahora ve a lavarte para la cena.
NANCE E. KEYES
CONSTRUYE PUENTES CON AMOR
VERSÍCULO CLAVE: 1 CORINTIOS 9:22
A TODOS ME HE HECHO TODO, PARA QUE POR TODOS LOS MEDIOS SALVE A ALGUNOS.
¿Cómo actúas cuando estás con personas diferentes a ti? ¿Tratas de evitarlas: ¿O construyes un puente con el amor de Jesús? Jesús ama a todas las personas en el mundo y quiere que demuestres ese amor a través de ti. Deja que otros vean el amor de Jesús al acercarte y darles la bienvenida a tu lado del puente.
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