Como un roble
—Este roble gigante es el que le dio su nombre al Parque del Roble —les explicó el guía a los niños en su viaje exploratorio.
Elías escuchaba con atención. Le encantaba la historia y aprender cosas como estas. Cuando regresó a su casa, el niño le contó a su mamá sobre el tour.
—Es gran roble sobrevivió la guerra civil, una inundación y seis incendios —indicó.
—¡Guau! —exclamó su madre—. Qué increíble.
—Siguió creciendo —continuó Elías—, a pesar de que las probabilidades eran de cien a una en su contra. El roble es uno de los árboles de crecimiento más lento en el mundo, pero también es uno de los más fuertes. Sobrevive a cosas que hacen que otros árboles mueran.
—¿Sabes, hijo? —le dijo mamá—. Te pareces un poco a ese árbol.
Elías se sorprendió.
—¿Yo? No he sobrevivido una guerra ni una inundación ni siquiera un incendio… ¡no se diga seis!
Su madre rio.
—No, pero todavía creo que eres como ese árbol.
—¿Cómo? —preguntó Elías.
—Bueno —contestó mamá—, para empezar, el roble crece lentamente y tú…
Elías la interrumpió.
—¡Siempre me dices que crezco tan rápido!
Su madre sonrió.
—Eso es verdad… físicamente. Pero estaba pensando en la forma en que la mayoría de nosotros crece espiritualmente. Como cristianos, muchas veces es fácil que nos preguntemos si estamos haciendo algún progreso en el camino de llegar a ser más como Jesús.
Elías asintió al recordar los problemas en los que se había metido recientemente.
—Puede que crezcas lentamente en Cristo —agregó mamá—, pero, al igual que ese roble, sí creces constantemente. Y sobrevives a cosas peores que una guerra o inundaciones. Sobrevives a los ataques de Satanás y a las luchas con la tentación.
—Pero todavía hago cosas malas —señaló Elías.
Mamá asintió.
—Lo sé… yo también. Todos los cristianos cedemos a la tentación y pecamos algunas veces. Pero el hecho de que te sientas mal cuando pecas, y que no quieras volver a hacerlo, demuestra que sigues creciendo.
—¿De veras? —Elías sonrió—. Qué genial.
—Ten fe en que Dios está obrando para hacerte crecer para que seas más como Jesús —le expresó mamá—. Sigue trabajando con Él al admitir cuando peques y al confiar en que el Señor te ayudará a cambiar tus hábitos, ¡aun cuando sea difícil crecer!
Nathan Runyon
LOS CRISTIANOS CRECEN EN JESÚS
VERSÍCULO CLAVE: 2 Pedro 3:18
CREZCAN EN LA GRACIA Y EL CONOCIMIENTO DE NUESTRO SEÑOR Y SALVADOR JESUCRISTO.
¿Alguna vez te preguntas si estás creciendo espiritualmente? Si eres cristiano, Dios siempre está obrando en tu corazón para hacerte más como Jesús, aun cuando sea difícil para ti detectarlo. Cuando hagas algo malo, confiesa tu pecado y pídele perdón a Dios. Después busca al Señor para que encuentres en Él la fuerza que necesites para resistir la tentación. Confía en que Dios te ayudará a crecer en Él.
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