Coco persistente

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—Ahora no, Coco, estoy ocupada —le dijo Lavinia mientras volteaba una página en su libro. Pero la gata color chocolate siguió raspando la puerta, porque quería salir. A Coco le encantaba perseguir a los pajaritos y a las mariposas, y posarse en el columpio del porche, y no dejaba de raspar hasta que alguien la dejara salir—. Coco, tengo que admitir que eres muy persistente, por seguro, y normalmente funciona —declaró Lavinia cuando finalmente se levantó para abrir la puerta.

Coco salió corriendo afuera y saltó para acostarse en el columpio. Lavinia rio y se sentó a su lado para seguir leyendo.

—¿Estás disfrutando tu libro? —le preguntó su madre más tarde, mientras almorzaban—. ¿Cuándo debes entregar el reporte de tu lectura?

—Tengo que entregar el reporte hasta el martes, y el libro está muy bueno. Además, Coco tuvo una excelente idea de un lugar para leer. Las dos terminamos en el columpio del porche cuando Coco no dejaba de raspar la puerta para salir. ¡Supongo que su persistencia nos trajo albo bueno a las dos!

Mamá sonrió.

—Eso me hace pensar en una historia de la Biblia —ella tomó su Biblia de la repisa y leyó algunos versículos que hablaban sobre cómo orar era como pedirle a un amigo que le diera pan, una y otra vez, hasta que este se lo daba—. Jesús les estaba enseñando a Sus discípulos cómo orar y quería mostrarles la importancia de ser persistentes —explicó su madre—. Debemos ser persistentes en la oración. Dios quiere que sigamos pidiendo con la expectativa de que Él responderá. El Señor nos ama tanto que envió a Su Hijo, Jesús, a morir por nosotros, y quiere que le presentemos nuestros anhelos, necesidades e inquietudes. Coco fue persistente hasta que consiguió lo que necesitaba… o debería decir que obtuvo lo que quería, y ese es el tipo de persistencia que debemos tener cuando oramos, porque sabemos que Dios nos escucha y siempre responderá con lo que Él sabe que es mejor.

—La próxima vez que Coco siga raspando la puerta, recordaré que así es como Dios quiere que yo me acerque a Él con mis necesidades e inquietudes —comentó Lavinia mientras ayudaba a su mamá a limpiar la mesa. Cuando terminaron, la niña tomó su libro—. Vamos, Coco. Salgamos al columpio del porche.

LISA FULLER

SÉ PERSISTENTE EN LA ORACIÓN

VERSÍCULO CLAVE: COLOSENSES 4:2 (NTV)

DEDÍQUENSE A LA ORACIÓN CON UNA MENTE ALERTA Y UN CORAZÓN AGRADECIDO.

¿Alguna vez te has preguntado por qué la oración es importante? La oración es la manera en que conocemos mejor a Dios. Cuando le comunicamos nuestros anhelos, necesidades e inquietudes al Señor, Él nos da Su paz y nos ayuda a que aprendamos a confiar en Él. Dios quiere que llevemos con valentía nuestras peticiones delante de Él en oración una y otra vez, porque sabemos que Él responderá, aun si es de una manera diferente a la que pedimos. Ora con persistencia y confía en que el Señor responderá como Él sabe que es mejor.