Celebración para Alicia
La larga procesión de automóviles avanzó lentamente desde el auditorio de la escuela hasta el pequeño cementerio en el campo. Cuando llegaron a ese lugar, Evelyn estaba entre sus padres y sostenía un pañuelo húmedo enrollado. Le costó evitar que fluyeran las lágrimas otra vez cuando alguien dio unas últimas palabras.
—Hoy lamentamos la muerte de Alicia, nuestra amada hija, hermana y amiga —dijo el pastor Desiderio. Los padres y el hermano de Alicia estaban abrazados juntos junto a la tumba, y varias personas más en el grupo se secaban los ojos—. Pero en nuestro lamento y tristeza, podemos encontrar consuelo porque sabemos que ella está en la presencia de Jesús —continuó el pastor Desiderio—. Solo pensemos en cuán maravilloso es todo para ella ahora. La enfermedad que le causó tanto sufrimiento ya no le afecta; su dolor y su tristeza han desaparecido.
Desde que Evelyn podía recordar, ella y Alicia habían ido juntas a la escuela y a la iglesia. Aprendieron acerca de Jesús cuando eran niñas, y ambas confiaban en Él como su Salvador. Pero ahora Alicia se había ido; el corazón de Evelyn se sentía triste y solo. La mañana estaba alumbrada por un sol brillante en un cielo azul despejado, y una brisa con el aroma de los pinos acariciaba las caras tristes de los compañeros de Alicia. Cada uno llevaba una botella de burbujas con colores brillantes.
Las palabras tranquilas del pastor se quedaron en los pensamientos de Evelyn:
—Estas burbujas representan la libertad que tiene hoy el espíritu de Alicia. La Biblia nos dice que el cuerpo se queda descansando en la tierra, pero el espíritu de la persona que confía en Jesús se va a estar con Él. El espíritu de Alicia ya está en su hogar eterno, con Jesús. Y, al igual que todos los que pertenecen al Señor, ella espera el día de la resurrección y el nuevo cuerpo eterno que recibirá, un cuerpo libre de pecado, enfermedad y muerte. Debido a esa promesa, tenemos esperanza, porque sabemos que la volveremos a ver.
El pastor levantó la vara de burbujas cargada del detergente y la sostuvo por un momento.
—Soltemos juntos nuestras burbujas, como celebración de la vida de Alicia y el gozo que ella tiene ahora en la presencia de Jesús —un momento más tarde, todos los ojos se levantaron hacia el cielo despejado mientras una nube resplandeciente danzaba con la brisa del otoño.
—Adiós, Alicia — susurró Evelyn. Ella sonrió en medio de sus lágrimas—. Te veré otra vez, algún día.
PHYLLIS I. KLOMPARENS
LOS CRISTIANOS VIVEN PARA SIEMPRE CON JESÚS
VERSÍCULO CLAVE: 2 CORINTIOS 5:8 (NTV)
ESTAMOS PLENAMENTE CONFIADOS, Y PREFERIRÍAMOS ESTAR FUERA DE ESTE CUERPO TERRENAL PORQUE ENTONCES ESTARÍAMOS EN EL HOGAR CELESTIAL CON EL SEÑOR.
¿Has conocido a alguien de tu edad que haya fallecido? A lo mejor te preguntas cómo será morir. Es natural tener miedo a lo desconocido, pero Jesús promete que los cristianos nunca estarán separados de Él, ni siquiera en la muerte. Si confías en Jesús, no debes tener miedo de morir. Cuando tu cuerpo muera, irás a estar con Él, y algún día el Señor resucitará a todos los cristianos y viviremos con Él para siempre.
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