Caminando como pingüinos

—¡Mira ese pingüinito tan lindo! —le dijo Abi a su amiga, Kayla—. ¡Cómo camina tambaleándose! Los pingüinos son mi animal favorito en el zoológico.

—Mira este pingüino. ¡Está volando bajo el agua! —gritó mamá.

—Guau, son nadadores muy rápidos —opinó Kayla—. ¡Ahora vayamos a ver a los osos polares!

—Bueno. Adiós, pingüinos —se despidió Abi. Ella caminó con Kayla hacia la exhibición de los osos polares—. ¡Guau, mira sus pies! ¡Son enormes!

—¡Y sus garras! —exclamó Kayla—. Sin duda Dios hizo a los osos polares muy diferentes que los pingüinos.

Abi rio.

—Sí. ¡Lo único que tienen en común es que a ambos les gusta el frío!

Al final del día, habían visto animales de Norteamérica hasta el África. A Kayla le gustaron más las jirafas, pero a Abi todavía le encantaban los pingüinos. En el camino de regreso por el zoológico, las niñas corrieron hacia la exhibición de pingüinos para verlos una última vez.

—Podría sentarme aquí y ver a los pingüinos todo el día —declaró Abi.

Kayla asintió.

—Sí, los pingüinos son geniales. Son más que geniales. Bueno, son fríos y geniales. ¡Me estoy congelando! —Kayla y Abi salieron en medio de risas y luego fingieron ser pingüinos, así que caminaron tambaleándose hacia la salida.

Cuando Abi llegó a su casa, le mostró a su padre un peluche de pingüino que había comprado en la tienda de regalos del zoológico. Después siguió caminando como pingüino toda la tarde, cargando a su nuevo peluche en sus brazos.

Esa noche, durante el devocional, mamá dijo:

—¿Saben? Cada vez que visito el zoológico, llego a la casa más sorprendida por la asombrosa creación de Dios. Todos esos animales diferentes, desde pingüinos hasta jirafas, fueron creados de una manera tan única.

—Y nosotros somos únicos y especiales también —agregó papá—. Escuchen este versículo de la Biblia: «Pues somos la obra maestra de Dios. Él nos creó de nuevo en Cristo Jesús, a fin de que hagamos las cosas buenas que preparó para nosotros tiempo atrás». ¡Dios nos llama su obra maestra! De todas las criaturas que ha creado, nosotros somos las más especiales para Él, tan especiales que Jesús se hizo uno de nosotros y murió para salvarnos, para que podamos disfrutar la vida eterna con Él.

—¡Guau! —expresó Abi—. ¿Dios me llama Su obra maestra? ¡Qué genial!

Después de cerrar con una oración, Abi abrazó su pingüino y se caminó tambaleándose hasta llegar a su habitación.

Lisa Fuller

ERES LA OBRA MAESTRA DE DIOS

VERSÍCULO CLAVE: Efesios 2:10 (NTV)

PUES SOMOS LA OBRA MAESTRA DE DIOS. ÉL NOS CREÓ DE NUEVO EN CRISTO JESÚS, A FIN DE QUE HAGAMOS LAS COSAS BUENAS QUE PREPARÓ PARA NOSOTROS TIEMPO ATRÁS.

¿Sabías que eres la obra maestra de Dios? Él te hizo único, no hay nadie más como tú. El Señor envió a Su Hijo, Jesús, a morir por tus pecados. Y Él tiene un plan especial para tu vida. Lee otra vez el Salmo 139:16. Dios tenía registrado cada uno de tus días antes de que nacieras. ¡Eres especial porque Dios te hizo, te ama y te llama Su obra maestra!