Burbujas
Jazmín señaló una exhibición en el supermercado. “Abuelita, ¿podemos comprar esas burbujas? Amelia y yo podemos compartir una botella”. Jazmín y su hermana estaban pasando el fin de semana con su abuela.
“¿Qué te parece si mejor haces tu propia solución de burbujas?”, preguntó la abuela. “Solo se necesita una taza de agua, una cucharada de jabón para lavar platos y una cucharadita de jarabe de maíz”.
“Eso suena divertido”, opinó Amelia. “¡Hagámoslo!”
“Pero ¿y de dónde vamos a sacar las varitas para hacer las burbujas?”, preguntó Jazmín.
“Tengo carretes vacíos que pueden usar para soplar las burbujas”, aseguró la abuela. “Te mostraré cómo funcionan”.
Cuando llegaron a la casa de la abuela, esta ayudó a las niñas a mezclar la receta para las burbujas. Luego sacó los carretes, sumergió el extremo de uno de ellos en la solución jabonosa y sopló por el otro extremo. Al final del carrete se formó una gran burbuja.
“¡Miren! ¡Qué genial!”, exclamó Amelia. “Yo quiero probar”.
Las niñas salieron al patio y, en pocos instantes, había burbujas volando por todos lados.
“¡Esa está enorme!” Jazmín apuntó al cielo de la casa. Sus ojos siguieron una gran burbuja que se elevaba con la brisa, tomando los colores del arcoíris. Luego, ¡pop! La burbuja se reventó y desapareció.
“¡Oh!”, se quejaron ambas niñas.
Durante el almuerzo, Amelia suspiró. “Este fin de semana está pasando demasiado rápido”, notó Jazmín. “Las vacaciones de Navidad han pasado demasiado rápido”.
“Creo que, mientras más edad tenemos, más nos damos cuenta de lo rápido que pasa la vida”, comentó la abuela. “Eso me recuerda lo que Dios dice en Santiago 4:14: ‘Ustedes no saben cómo será su vida mañana. Sólo son un vapor que aparece por un poco de tiempo y luego se desvanece’”.
“¡Como las burbujas!”, afirmó Amelia.
“Correcto”, dijo la abuela. “Eran hermosas y divertidas, pero cada burbuja duró solo unos pocos segundos. Me alegra que las dos conozcan a Jesús como su Salvador y que vayan a pasar la eternidad con Él. La vida es tan corta en comparación con la eternidad, así que debemos invertir sabiamente nuestro tiempo. Vivamos cada día a la luz de todo lo que Jesús ha hecho por nosotros”. – LUCINDA J. ROLLINGS
INVIERTE TU TIEMPO SABIAMENTE
VERSÍCULO CLAVE: SALMO 90:12
ENSÉÑANOS A CONTAR DE TAL MODO NUESTROS DÍAS, QUE TRAIGAMOS AL CORAZÓN SABIDURÍA.
¿Has notado que el tiempo pasa muy rápido? ¿Cómo estás usando tu tiempo? La primera parte de la lectura bíblica de hoy resalta lo corta que es en realidad la vida en la tierra. La segunda parte habla sobre cómo aprovechar al máximo el tiempo que tienes. Utiliza tu tiempo sabiamente al dedicarte a conocer mejor a Jesús y mostrar a otros quién es Él.
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