Bendice a todos

—Dios, bendice a todos. Amén —Graciela terminó la breve oración como siempre lo hacía. Cuando abrió los ojos, vio que su madre tenía el ceño fruncido

—¿A qué te refieres cuando dices: «Dios, bendice a todos»? ¿Quiénes son todos? —le preguntó mamá.

—Bueno —contestó Graciela—. Me refiero a mi abuelita, a Miqueas, a mis amigos, a los misioneros, a las personas que no tienen hogar… a todos.

—¿Y qué quieres que Dios haga por ellos? —preguntó su madre.

—Que los bendiga —respondió la niña—. Ya sabes… la abuela necesita ayuda con sus ojos y Miqueas tiene problemas para dormir… ese tipo de cosas —ella miró el reloj—. ¡Tengo que apurarme o me va a dejar el autobús!

Después de la escuela, Graciela y su madre fueron de compras. Cuando una vendedora les preguntó si necesitaban ayuda, mamá asintió.

—Mi hija necesita… —ella hizo una pausa—. Algo de ropa.

—¿Pantalones? —preguntó la vendedora—. ¿Blusas? ¿Un abrigo?

La madre se encogió de hombros.

—Solo algo para vestirse.

Graciela se quedó mirando a su mamá.

—Necesito pantalones y también un par de blusas —le dijo la niña a la vendedora.

En pocos minutos, ella comenzó a buscar prendas y probarse ropa en los probadores.

—¡Qué vergüenza, mamá! —expresó Graciela al salir de la tienda—. ¿Por qué no le dijiste a la vendedora lo que necesitaba? ¡Ella debe creer que somos raras!

—Era mucho más fácil así y no entrar en los detalles —contestó su madre. Graciela miró a mamá, confundida, y ella le sonrió—. Cuando la vendedora nos habló, me vino a la mente tu oración apurada: «Dios, bendice a todos». Creí que tal vez mi respuesta te mostraría que es importante que te comuniques claramente, tanto con las personas como con Dios.

—Pero Dios ya sabe lo que estoy pensando —argumentó Graciela.

—Eso es verdad —admitió mamá—. Pero el Señor quiere que hables con Él y expreses tus pensamientos y sentimientos. Jesús dio Su vida por nosotros, para que podamos estar en una relación cercana y amorosa con Él. El Señor quiere oír de tus preocupaciones y tus problemas, para darte Su paz y mostrarte que le importas. Además, cuando haces pedidos específicos, eso te ayuda a poner atención a las respuestas de Dios. Después podrás darle gracias por cosas específicas.

Graciela asintió y se quedó pensativa.

—Me alegra que Dios se preocupe por mí y por todos los demás, y que nos escuche cuando oramos. ¡Tal vez hoy escriba algunas oraciones específicas para luego ver cómo Dios responde!

NANCE E. KEYES

ORA CON PETICIONES ESPECÍFICAS

VERSÍCULO CLAVE: FILIPENSES 4:6 (NTV)

OREN POR TODO. DÍGANLE A DIOS LO QUE NECESITAN Y DENLE GRACIAS POR TODO LO QUE ÉL HA HECHO.

Cuando oras, ¿le dices a Dios cosas específicas sobre tus necesidades y peticiones? ¿O haces una oración al apuro y no te molestas con los detalles? A pesar de que Dios sabe lo que necesitas antes de pedirlo, Él se preocupa por ti y quiere que hables con Él. Toma tiempo para comunicarte con Dios y comparte tus inquietudes específicas con el Señor. ¡Cuando Dios responda tus oraciones, te sentirás animado y tendrás muchas más razones para alabarlo y darle gracias!

Clave de Hoy
0 replies

Leave a Reply

Want to join the discussion?
Feel free to contribute!

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *