Bastones de caramelo en Navidad

—¡Miren! ¡Tengo la cantidad exacta de hilo para amarrar un mensaje sobre Jesús en cada bastón de caramelo! —declaró Lorena.

—¡Genial! Ahora estamos listos para entregarlos —respondió la madre de la niña.

Esa tarde, Lorena y su madre golpearon las puertas de las casas del vecindario. Mientras iban de casa en casa en un clima helado, la niña anhelaba hablar con las personas sobre cómo el caramelo con rayas blancas y rojas contaba el mensaje de Jesús y el sacrificio que Él hizo para perdonar los pecados de las personas.

De pie en un porche muy amplio, Lorena le entregó un bastón de caramelo a su vecina, la señorita Zelda.

—Me gusta este dulce, pero no estoy segura de que leeré la historia sobre Jesús —la vecina sonrió y cerró la puerta.

Mientras Lorena y su mamá se daban la vuelta para regresar a la vereda, la niña suspiró.

—Mamá, no sé si esto sirve para algo.

—¿A qué te refieres? —preguntó la madre.

—La mayoría de nuestros vecinos no estaban en la casa, y solo dejamos los bastones de caramelo colgados en sus puertas. Y los que estaban en casa no parecen tener interés en que Jesús sea la verdadera razón para la Navidad.

—Hija, tú quieres que otras personas conozcan de Jesús, ¿verdad? —le preguntó mamá.

—¡Por supuesto! Le entregué mi vida a Jesús el año pasado y confié en Él para el perdón de mis pecados, y ahora quiero que nuestros vecinos confíen también en Él, para que puedan ser hijos de Dios.

—Cuando empezaste tu relación con Dios como Su hija, ¿sabes lo que Él derramó en tu corazón, hija?

Lorena pisó unas hojas secas en el piso.

—No sé.

—¡Su amor! La Biblia nos dice que Él derrama Su amor en nuestros corazones.

La niña sonrió.

—Si el amor de Dios está en mi corazón, eso significa que tengo el amor de Dios para dar a otros.

—¡Exactamente! —exclamó mamá—. Puede que la gente no quiera hablar sobre sus creencias ni oír de Jesús, pero debido a que tienes el amor de Dios en ti, posees algo especial para compartir. Solo sigue compartiendo el amor de Dios con los demás y confía en que el Señor hará el resto.

Lorena comenzó a caminar más rápido.

—¡Vamos, mamá! ¡Tenemos que compartir el amor de Dios con más vecinos en este día!

ALLISON WILSON LEE

EL AMOR DE DIOS ESTÁ EN SUS HIJOS

VERSÍCULO CLAVE: ROMANOS 5:5

EL AMOR DE DIOS HA SIDO DERRAMADO EN NUESTROS CORAZONES POR MEDIO DEL ESPÍRITU SANTO QUE NOS FUE DADO.

¿Alguna vez te preguntas si tus actos de obediencia para amar a otros realmente sirven de algo? La Palabra de Dios nos dice que, cuando confiamos en Jesús para que perdone nuestros pecados y nos dé vida nueva en Él, Él derrama Su amor en nuestros corazones. Entonces, cuando demostramos amor a las personas, compartimos el amor de Dios con ellas. ¡Ese es un regalo muy especial! Aun si pareciera que a nadie le importa, sigue compartiendo el amor de Dios y confía en que el Señor usará tu esfuerzo para hacer cosas buenas.

Clave de Hoy
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