Amor en acción

Cada mes, Anita iba con su abuela al hogar de ancianos para hacer manualidades con los residentes. La niña había empezado a amar a todos los viejitos, especialmente a la señora Teresita.

—Me recuerdas a mi Emilia cuando era pequeña —le decía la señora Teresita a Anita cada vez que la veía. Ella siempre sonreía y le daba un abrazo.

—¿La señora Teresita tiene familiares cerca? —le preguntó Anita a su abuela un día, mientras iban de regreso a casa.

—Creo que no —contestó la abuela—. Su hija vive en otro estado y rara vez viene a visitarla. Muchos de los residentes no reciben visitas y probablemente se sientan solos.

—Qué triste. Me alegra que podamos hacer manualidades con ellos. Abuelita, gracias por llevarme contigo cada mes. Pensé que no me iba a gustar ir, pero ahora cuento los días para que vayamos.

La abuela sonrió.

—¿Sabes, Anita? Cuando te sientas a conversar con la señora Teresita y los otros residentes, les muestras amor a través de tus acciones, tal como dice la Biblia que debemos hacer.

—¿En serio? —preguntó la niña.

Su abuela asintió.

—Hay un versículo que dice: «Queridos hijos, que nuestro amor no quede solo en palabras; mostremos la verdad por medio de nuestras acciones». Debido a que conocemos a Jesús, que nos ama tanto que dio Su vida para salvarnos, podemos demostrar Su amor a los demás. Cuando pasas tiempo con los residentes en el hogar de ancianos, estás comunicándoles el amor de Dios —comentó la abuela mientras estacionaba el automóvil frente a la casa de Anita.

—¿Cómo les fue hoy con las manualidades? —preguntó la mamá de la niña cuando abuela y nieta entraron a su hogar.

—¡Nos divertimos mucho, como siempre! La señora Teresita me dijo otra vez que le hago acuerdo de su hija, y el señor Eustaquio estaba malhumorado y cariñoso, como es normal —Anita rio.

La abuela y su nieta se sentaron y le contaron a mamá todo lo que pasó durante su visita.

—Mi abuelita me dijo que demostré amor con acciones. ¿Sabías que la Biblia dice que no debemos solo decir que amamos a las personas, sino que tenemos que demostrarlo? —preguntó Anita.

Su madre asintió y sonrió. Anita se levantó de un brinco y abrazó fuertemente a su madre.

—¿A qué se debe ese abrazo? —preguntó mamá.

—¡Solo quiero demostrarte que te amo! —Anita se acercó a su abuela y la rodeó con sus brazos—. ¡También te amo a ti, abuelita!

LISA FULLER

DEMUESTRA EL AMOR DE DIOS A TRAVÉS DE TUS ACCIONES

VERSÍCULO CLAVE: 1 JUAN 3:18 (NTV)

QUERIDOS HIJOS, QUE NUESTRO AMOR NO QUEDE SOLO EN PALABRAS; MOSTREMOS LA VERDAD POR MEDIO DE NUESTRAS ACCIONES.

¿Estás demostrando el amor de Dios a los demás a través de tus acciones? Nuestros actos de amor y bondad demuestran que pertenecemos a Dios. Nos amamos unos a otros porque Él nos amó primero. Dios nos demostró cuanto nos ama al enviar a Jesús como sacrificio por nuestros pecados. Ese fue amor verdadero en acción. Si conoces a Jesús como tu Salvador, puedes demostrar a otros el mismo amor que Él nos muestra.