Alguien en quién confiar

—¡Mira, papi! —exclamó Bruno, el pequeño de cuatro años, mientras veía por la ventana del avión—. ¡Mira, allá hay nieve!

Miqueas, el hermano mayor de Bruno, rio.

—No es nieve. Esas son nubes, pero se ven como nieve.

Su padre sonrió y asintió.

—Se ven sólidas, ¿verdad? Como si pudieras caminar sobre ellas.

—Sí, ¡pero no te podrían sostener! —comentó Miqueas—. Si pisaras en una de esas nubes, sería un paso gigante a la tierra.

—¡Tal vez las nubes estén hechas de nieve! —opinó Bruno.

Miqueas negó con la cabeza.

—No. Las nubes solo son vapor de agua —dijo en su mejor tono de hermano mayor—. Eso lo aprendí en mi clase de ciencias. No pueden sostener nada.

—Oh —expresó Bruno, quien tenía otra pregunta—. ¿Por qué el avión se sostiene en el aire?

—El avión está construido con precisión para que pueda volar —explicó papá—, y el piloto estudia para aprender cómo hacer que se quede en el aire.

Bruno parecía haberse quedado satisfecho con la explicación y volvió a mirar por la ventana. Miqueas se quedó observando a su hermano menor por un momento.

—Papá, ¿sabes una cosa? —preguntó en voz baja—. Bruno cree todo lo que le decimos.

—Es porque confía en que le estamos diciendo la verdad —aseguró su padre—. Es terrible, pero, al crecer, nos damos cuenta de que hay algunas personas en las que no podemos confiar. Muchas personas son dignas de confianza, pero aun la gente en la que confiamos podría decepcionarnos a veces.

Miqueas miró las nubes que estaban junto al avión.

—La semana pasada, el pastor Carlos dijo que había alguien que nunca nos fallará. Estaba hablando de Dios.

Papá asintió.

—Dios ha demostrado que es digno de confianza al cumplir con todas las promesas que ha hecho.

—Como cuando prometió enviar un Salvador y envió a Jesús a morir por nuestros pecados —agregó Miqueas.

—Exactamente —afirmó su padre—. Es tan sólido como una roca y completamente digno de confianza. Fíjate en cómo soy la primera persona a la que Bruno acude cuando tiene una pregunta. Ya que Dios es nuestro Padre, Él quiere que busquemos Su sabiduría antes que cualquier otra cosa.

—¡Papi! ¿Qué es eso? —Bruno apuntó algo más fuera de la ventana, y papá y Miqueas se sonrieron el uno al otro.

Ruth Andrews

DIOS ES DIGNO DE CONFIANZA

VERSÍCULO CLAVE: Salmo 7:1 (RVC)

SEÑOR, MI DIOS, EN TI CONFÍO.

¿Cuáles son algunas personas dignas de confianza en tu vida? ¿Hay alguien a quien acudas con tus preguntas y confías en que te dice la verdad? La gente así es una bendición de Dios, pero aun aquellos en los que confiamos pueden a veces decepcionarnos. Pero Dios siempre es digno de confianza. Él siempre nos dice la verdad y guarda Sus promesas. Su verdad y Sus promesas están en la Biblia y allí podemos ir para buscar Su sabiduría y dirección. Confía en que Dios te ayudará y te guiará.