Aburrimiento en primavera
Estaban en vacaciones de primavera y Bella estaba aburrida. “Mamá, ¿qué puedo hacer?”, preguntaba una y otra vez.
Su madre suspiró. Ya le había dado varias sugerencias, pero Bella no estaba interesada en nada. “Te digo una cosa”, indicó finalmente mamá, “te ayudaré a pensar en algo divertido para que hagas, si primero haces algunas tareas para mí”.
“Está bien”, indicó Bella. “Cualquier cosa es mejor que estar aquí sentada sin hacer nada”.
Mamá escribió una lista de tareas y Bella se puso manos a la obra. Primero aspiró las alfombras y limpió el polvo de los muebles. Después limpió los azulejos del baño. Finalmente, dobló algunas toallas y las guardó. “¿Eso es todo?”, preguntó cuando terminó.
“No todavía”, señaló su madre. “Me gustaría que te subas en tu bicicleta y lleves estas galletas a casa de la señora García”.
“¿Montando mi bicicleta? ¿Hasta allá? ¡Es tan lejos!” Pero Bella se puso su abrigo, metió el contenedor de galletas en su mochila y se fue.
Cuando regresó a casa, estaba cansada. “Espero que mamá no tenga más tareas para mí”, pensó. “Ahora quisiera hacer algo divertido”.
“Te fue muy bien en la mañana”, comentó su madre el momento que Bella entró. “¿Ahora quisieras hacer algo divertido? ¿Tal vez leer por un momento?”
“¡Buena idea!”, exclamó Bella. Luego rio. “Cuando me hiciste la misma sugerencia antes, me parecía aburrido. Ahora me parece divertido. ¡Qué raro!”
Su madre rio. “La actividad no ha cambiado, pero tú sí cambiaste. No apreciaste tu tiempo libre en la mañana. ¡Te lo quité por un momento y ahora te das cuenta de lo agradable que era! Es cuestión de actitud”.
“Supongo que sí”, afirmó Bella. “Perdóname por quejarme tanto”.
“Estás perdonada”, respondió mamá. “¿Sabes? Dios también oye cómo nos quejamos con frecuencia. Él nos ha dado tantas cosas buenas, incluyendo a Su propio Hijo, Jesús, pero a menudo no apreciamos nuestras bendiciones como deberíamos”.
Bella asintió. “Bueno, ¡ya terminé de quejarme!”, aseguró. “Estoy segura de que puedo encontrar muchas cosas que hacer por el resto del día. Y sé que puedo encontrar muchas cosas por las cuáles dar gracias a Dios, en lugar de quejarme con Él”. — SHERRY L. KUYT
DISFRUTA LO QUE TIENES
VERSÍCULO CLAVE: 1 TIMOTEO 6:6
LA PIEDAD, EN EFECTO, ES UN MEDIO DE GRAN GANANCIA CUANDO VA ACOMPAÑADA DE CONTENTAMIENTO.
¿Aprecias lo que tienes? ¿O eres un quejumbroso? Con frecuencia queremos lo que no tenemos, en lugar de estar agradecidos por lo que sí tenemos. La próxima vez que tengas ganas de quejarte, piensa en todo lo que Dios te ha dado, incluyendo a Su propio Hijo, que murió para salvarte del pecado y darte vida eterna. Luego dale gracias a Dios por todas Sus bendiciones.
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