El laberinto desde arriba
“Creo que estamos caminando en círculos”, advirtió Tristán mientras él, su papá y hermana trataban de salir de un laberinto en un maizal. “Creo que ya hemos pasado por aquí”.
“¿Cómo puedes darte cuenta?”, preguntó Leonor. La niña miró hacia arriba para ver los tallos del maíz que eran el doble de su altura. “Todo se ve igual. ¿Conoces la salida, papá?”
El padre rio. “En este momento, no esto tan seguro”.
“¡Miren!”, gritó Tristán. “Ahí hay una plataforma. ¡Podemos treparnos ahí para ver dónde estamos!” En efecto, en medio del camino había una plataforma alta.
Tristán y Leonor corrieron hacia las gradas y su papá los siguió. Al estar parados por encima de los tallos, podían ver todo el cambio. Leonor señaló: “Allá está la bandera anaranjada que marca el fin del laberinto. ¡Debemos ir hacia allá!”
“Y vean lo lejos que hemos llegado”, comentó Tristán. “Con esta vista tan ‘laberintosa’ podemos ver que, después de todo, no estábamos caminando en círculos”. Todos se rieron con la broma del niño.
Cuando encontraron la salida del laberinto, el padre compró rosquillas de canela tibias y sidra de manzana caliente. Se sentaron en bultos de paja para disfrutar de su refrigerio. “Papá”, dijo Tristán después de un par de bocados, “¿por qué crees que Dios está haciendo que nos mudemos a otro estado por tu trabajo? ¡A mí me gusta vivir aquí!”
“Sí”, secundó Leonor después de beber un poco de sidra. “Tenemos tantos amigos aquí… ¡y nos gusta tanto nuestra iglesia! ¿Por qué querría Dios que nos mudemos?”
“No sé por qué Dios planeó esto para nosotros”, contestó su papá. “No siempre entendemos la forma en que Él nos guía, pero ¿saben una cosa?” Hizo una pausa y continuó. “Nuestras vidas se parecen a un laberinto en un maizal. ¿Recuerdan cuando nos subimos a esa plataforma? Vimos todo el laberinto, dónde habíamos estado y hacia dónde debíamos ir. Así es como Dios nos ve. ¡Él también tiene una vista panorámica de todo! Dios ve nuestras vidas, de principio a fin. Puede que no tenga sentido para nosotros la forma en que Dios nos guía, pero Él ve las cosas desde una ubicación distinta”.
“Supongo que esa es la razón por la que nos dice que confiemos en Él”, reflexionó Tristán.
“Exactamente”, afirmó su padre. “No vemos todo lo que pasará, pero Dios sí. Podemos confiar en Él y aceptar esta mudanza como parte de Su plan para nuestra familia”. –
JENNIFER QUACKENBUSH
CONFÍA EN DIOS CON TU VIDA
VERSÍCULO CLAVE: PROVERBIOS 3:5-6
CONFÍA EN EL SEÑOR CON TODO TU CORAZÓN… RECONÓCELO EN TODOS TUS CAMINOS, Y ÉL ENDEREZARÁ TUS SENDAS.
¿Hay algo en tu vida que no tenga sentido para ti en este momento? ¿Te sientes solo o sola? Acude a Jesús para que te dé consuelo y paz. Puede que no entiendas lo que está pasando, pero Él sí, y ve las cosas mucho más claramente que tú. Dios está obrando en tu vida. Él sabe qué es lo mejor para ti y estará contigo, pase lo que pase. Puedes confiar en Él.
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