La lección en la feria de ciencias

Diego haló la mano de su madre.

—¡Apura, mamá! ¡Quiero ver si mi proyecto para la feria de ciencias ganó algún premio!

—Está bien, pero ayúdame a echarle un ojo a Doris —contestó mamá mientras le hacía señas a la hermanita menor para que los siguiera.

Cuando llegaron a la mesa donde estaba el proyecto de Diego, vieron un listón rojo pecado en el tablero que exhibía la investigación del niño.

—¡Segundo lugar! ¡Qué genial! —exclamó Diego. Entonces él, su madre y Doris caminaron por todo el gimnasio viendo los demás proyectos. El niño felicitó a algunos de sus amigos que también habían ganado premios.

—Dios, ¿le diste chicle a Doris? —preguntó mamá.

—No. Yo sé que Doris es muy pequeña para el chicle.

—Bueno, está masticando algo —los tres se sentaron en una de las bancas del gimnasio para que la madre pudiera preguntarle a Doris sobre el chicle. Cuando se dieron cuenta de que la pequeña había arrancado un chicle ya mordido de debajo de una de las mesas, Diego gritó:

—¡Qué asco! —Doris empezó a lloriquear—. Hermanita, no pasa nada —consoló el niño a su hermana—. Mamá, ¿por qué hizo eso?

—Es pequeña. Vio algo que se veía bien, así que lo agarró. Todavía no tiene la experiencia para tomar decisiones sabias. Pero ella no es la única que necesita ayuda para tomar buenas decisiones —la madre sonrió mientras meneaba la cabeza.

Después regresaron a admirar los proyectos de ciencia que se exponían en el gimnasio.

De camino a casa, Diego preguntó:

—Mamá, ¿qué quisiste decir con eso de que Doris no es la única que necesita ayuda para tomar decisiones sabias?

—Bueno, a veces todos necesitamos ayuda para elegir lo que es mejor —explicó su madre.

—Porque no todo lo que se ve bien es en realidad bueno para nosotros —comentó Diego—. Como el chicle de Doris.

—Exactamente —respondió mamá—. Gracias a Dios, tenemos un lugar al cual acudir cuando necesitamos sabiduría. Debido a que tú y yo confiamos en Jesús, quien murió en la cruz por nuestros pecados y después volvió a la vida para que podamos tener una relación con Dios, podemos ir donde nuestro Padre celestial con cualquier necesidad que afrontemos, y Él nos dará dirección.

—Es bueno saberlo, mamá. Le pediré a Dios que me guíe sobre el proyecto de ciencias del próximo año, y también para que pueda ayudarle a Doris a no acercarse a los chicles mordidos.

Allison Wilson Lee

DIOS NOS AYUDA A TOMAR DECISIONES SABIAS

VERSÍCULO CLAVE: Salmo 32:8 (NVI)

El Señor dice: «Yo te instruiré, yo te mostraré el camino que debes seguir; yo te daré consejos y velaré por ti».

¿Alguna vez has necesitado ayuda para tomar una decisión? Todos debemos tomar decisiones en la vida y algunas son difíciles. Pero, como hijos de Dios, podemos pedirle al Señor que nos ayude y confiar en Él para que nos dé sabiduría para tomar decisiones. Cuando leemos la Palabra de Dios, la Biblia, para buscar dirección y compartimos nuestras necesidades con Él, el Señor nos enseñará a tomar decisiones sabias que demuestran a los demás que tenemos una relación con Jesús.

Clave de Hoy
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