El costo de la valentía

—¡Qué buen juego, Pía! —le felicitó mamá—. ¡Dos goles! ¡Increíble!

Pía se sacó los zapatos de fútbol y se sentó en el lateral, junto a la silla plegable de su madre.

—Sí, supongo.

—¿Qué pasa? —preguntó mamá—. Lo hiciste muy bien.

Los ojos de Pía se llenaron de lágrimas.

—Son Carmen y Jimena. Dijeron que ya no quieren ser mis amigas.

—¿Qué? —exclamó su madre—. ¿Por qué?

—Durante el medio tiempo, se estaban burlando de Sara. Ella es tímida y… bueno, no es la mejor jugadora del equipo. Empezaron a gritarle «Sara lenta» cuando se le pasaba el balón y le dijeron que debía jugar con esos niños chiquitos —Pía apuntó a otro campo en el que un grupo de niños de cuatro años perseguía el balón.

—¡Oh, qué terrible! —expresó mamá.

—Me miraban como esperando que también me burlara de ella. Les dije que estaban portándose mal, así que me llamaron mojigata y dijeron que no podían ser amigas de alguien que no sabe divertirse. Solo les dije: «Está bien», y me fui. No sabía qué hacer.

La madre abrazó a su hija.

—Estoy tan orgullosa de ti por defender a Sara.

Pía se encogió de hombros

—Creí que estaba haciendo lo que Jesús querría que hiciera. ¿Por qué Él permitió que todo saliera tan mal?

Mamá apretó cariñosamente el hombro de su hija.

—Tienes razón, Jesús sí quiere que ames a las personas porque Él nos ama, pero eso no significa que siempre sea fácil. La Biblia está llena de personas que fueron rechazadas por otros cuando actuaron según la fe y la obediencia a Dios. Incluso Jesús fue rechazado por demostrar amor a las personas de las que todos los demás querían alejarse. A través del Espíritu Santo, Él nos da la valentía para también amar a otros de esa manera.

—¡Pero ahora ya no tengo amigas en el equipo! ¿Acaso a Dios no le importa?

—A Dios le importa mucho —le aseguró mamá—. Tal vez tu valentía te haya costado la amistad con Carmen y Jimena, pero Jesús promete que siempre estará contigo —la madre señaló el campo donde Sara les saludaba con la mano, con una sonrisa tímida en su cara—. Además, parece que hiciste una nueva amiga.

Pía se secó las lágrimas y le hizo señas a su compañera de equipo para que fuera con ellas.

Jennifer Dillard

DEFIENDE A QUIENES LO NECESITEN

VERSÍCULO CLAVE: Isaías 51:7 (NTV)

ESCÚCHENME, USTEDES QUE DISTINGUEN ENTRE LO BUENO Y LO MALO, USTEDES QUE ATESORAN MI LEY EN EL CORAZÓN. NO TEMAN LAS BURLAS DE LA GENTE, NI TENGAN MIEDO DE SUS INSULTOS.

¿Has experimentado rechazo por seguir el ejemplo de amor de Jesús? No eres el único. El pueblo de Dios muchas veces enfrentó dificultades y rechazo por mantenerse en la fe y hacer lo correcto. Aun Jesús mismo fue rechazado por amar a los pecadores como nosotros. Él entiende cómo te sientes y promete que te dará valentía y fuerzas, y te ayudará a amar a otros.

Clave de Hoy
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